EX ABOGADO DE TRUMP ADMITE QUE RECIBIÓ DINERO DE NOVARTIS Y EL SENADO DE EE.UU INTERROGA A DIRECTIVOS SOBRE PRECIOS Y PATENTES

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Michael Cohen, el ex abogado personal de Donald Trump, admitió que recibió dinero de Novartis a cambio de información privilegiada sobre el presidente estadounidense, al declarar ante el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes en Washington.

Coincidentemente, el Senado estadounidense puso bajo la lupa a las patentes farmacéuticas como causante de los altos precios de los medicamentos, durante la audiencia pública a la que sometió a los directores ejecutivos de siete laboratorios multinacionales.

Durante el testimonio ante el Congreso, Cohen, el ex abogado del presidente Trump, explicó que Novartis le pagó 1.2 millones de dólares para actuar como “consultor”, una función que el auditorio interpretó como la intención de la multinacional suiza de poseer a un lobbista privilegiado en el entorno del entonces flamante mandatario.

"Se acercaron a mí en base a mi conocimiento del enigma Donald Trump", dijo Cohen en respuesta a una pregunta del representante republicano Mark Meadows.

Cohen definió a la compañía farmacéutica suiza como "un conglomerado multimillonario en busca de información".

“¿Con qué frecuencia interactuó con ellos por esos 1.2 millones?”, interrogó Mark Meadows. Al principio, Cohen dijo que no recordaba. Cuando se le presionó, él respondió: "Les hablé en varias ocasiones. Seis veces."

Meadows citó un artículo del sitio especializado STAT de mayo de 2018 que reveló el pago de Novartis e informó que Cohen se comunicó con el entonces presidente ejecutivo de la multinacional, Joseph Jiménez, a principios de 2017, prometiendo ayuda para acceder a Trump y funcionarios influyentes en el nuevo gobierno.

Meadows trató de describir como la empresa farmacéutica usó a Cohen como un lobbista no registrado, una caracterización que Cohen negó.

“Novartis me envió su contrato, que decía que querían que yo hiciera lobby. Ese párrafo fue tachado por mí ", se defendió el ex abogado de Trump, a quien definió como “racista y embustero”, entre otros epítetos.

Meadows reiteró que le preocupaba que Cohen se hubiera involucrado en un cabildeo inadecuado y que había remitido el asunto al Departamento de Justicia en Washington.

La relación de Novartis con Cohen se ha convertido en un dolor de cabeza repetitivo para la multinacional.

Inicialmente, Novartis dijo que había cesado el contacto con Cohen inmediatamente después de una primera reunión en la que se hizo evidente que el entonces abogado de Trump no poseía información sobre la política de salud del nuevo gobierno.

El caso volvió a surgir en julio pasado, cuando una investigación del Congreso reveló que los contactos entre Novartis y Cohen habían sido más numerosos de lo que se había sugerido anteriormente.

La noticia de la relación de Cohen con Novartis resultó ser una especie de prueba por fuego para el actual presidente ejecutivo de Novartis, Vas Narasimhan, quien le contó a la audiencia en un evento celebrado en Forbes el año pasado que se enteró mientras estaba manejando su auto.

"No estaba preparado mentalmente, ni preparado desde un punto de vista de gestión de crisis", dijo. "No es la llamada telefónica que esperas recibir de tu madre, que fue una de las primeras personas de las que escuché" la noticia.

En una declaración, un portavoz de Novartis dijo: "Anteriormente hemos abordado todas las preguntas relacionadas con nuestra relación con Essential Consultants (la consultora de Cohen) y consideramos que este asunto está cerrado".

Durante la audiencia pública en el Senado de Washington sobre el precio de los medicamentos, los siete ejecutivos farmacéuticos citados a testificar, insistieron en que sus compañías nunca han retenido muestras solicitadas por sus rivales genéricos, un procedimiento que ha generado preocupación por frustrar injustamente la competencia.

Las compañías genéricas necesitan muestras para desarrollar medicamentos de copia y, a veces, realizar pruebas para mostrar que un producto es bioequivalente para obtener la aprobación regulatoria.

Una lista reciente de la FDA sobre fabricantes de medicamentos que retuvieron muestras incluye a dos compañías, Pfizer y AstraZeneca, cuyos directores ejecutivos aseguraron durante sus respectivas exposiciones ante los senadores que las muestras, de hecho, no fueron retenidas.

Los directivos que debieron testimoniar ante el Comité de Finanzas del Senado fueron los líderes de MSD, Pfizer, AstraZeneca, Johnson & Johnson, AbbVie, Sanofi y Bristol-Myers Squibb.

Los ejecutivos de las siete grandes compañías farmacéuticas se enfrentaron con las preguntas de los miembros del Comité de Finanzas sobre los altos precios de los medicamentos, especialmente en comparación con otros países desarrollados.

Un tema que los senadores colocaron bajo el microscopio fueron las patentes farmacéuticas y los efectos del monopolio.

Ese mismo día, la poderosa cámara empresaria PhRMA difundió un nuevo anuncio de televisión de un minuto de duración, vinculando los precios de los medicamentos a la investigación y el desarrollo.

"América es el líder en innovación médica. Mantengámoslo así", se defendió desde el aviso.

 Las palabras finales del aviso instaron a “luchar para proteger los avances", lo que implicaría como mensaje que “al torcer a la industria farmacéutica, los legisladores están obstaculizando el progreso científico”, según interpretó Intellectual Property Watch.