LAS NUEVAS VIEJAS PATENTES EN EEUU

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Los fabricantes de medicamentos están utilizando las patentes para prevenir la competencia de genéricos mientras continúan aumentando el precio de estos medicamentos, abusando efectivamente del sistema de patentes para extender sus monopolios mucho más allá de los 20 años previstos por la ley de patentes, denunció el centro de estudios I-MAK de Estados Unidos.

En un profuso estudio, la OnG precisó que entre 2006 y 2016, el número de patentes de medicamentos otorgadas en los Estados Unidos se duplicó, pero no porque hubo una explosión en la invención o la innovación.

“Las compañías farmacéuticas han aprendido cómo jugar con el sistema, acumulando patentes no para nuevos medicamentos sino para pequeños cambios en los existentes, lo que les permite construir monopolios, bloquear la competencia y elevar los precios”, afirmó I-MAK.

La abogada Priti Krishtel, experta en temas de justicia y salud, veterana de 15 años del movimiento global de acceso a los medicamentos y confundadora en 2006 de I-MAK,  ha sido la coordinadora del estudio que abarcó las doce drogas de mayor venta en el mercado estadounidense.

Priti Krishtel aportó revelaciones sobre el abuso cometido en el  mercado farmacéutico en Estados Unidos: “entre 2005 y 2015 el número de patentes farmacéuticas aumentó más del doble, 2,4 por ciento y ¿Qué es lo más impactante?. Que en el mismo período de tiempo el 78 por ciento de los medicamentos asociados con nuevas patentes NO eran medicamentos nuevos, sino existentes”.

El estudio encontró que, en promedio, para las doce drogas de mayor venta en el mercado hubo 125 solicitudes de patentes presentadas y 71 patentes otorgadas por medicamento.

Los precios han aumentado un 68% desde 2012, y solo una de las doce principales drogas recetadas ha disminuido su precio.

El estudio constató 38 años de intentos de protección de patentes bloqueando la competencia de genéricos buscada por los fabricantes de medicamentos para cada uno de estos medicamentos de mayor recaudación, equivalente a casi el doble del monopolio de veinte años previsto por la ley de patentes de EE. UU.

Estos medicamentos de mayor recaudación ya han estado en el mercado de EE. UU durante 15 años.

Más de la mitad de las doce drogas de mayor venta en Estados Unidos tienen más de 100 solicitudes de patentes por medicamento.

AbbVie, que comercializa en el mundo la droga número uno en venta, Humira ($ 18 mil millones en ventas globales en 2017), es el peor infractor de patentes con 247 solicitudes de patentes.

Un tercio de las doce drogas estudiadas ha experimentado precios en alzas de más del 100% desde solo 2012: Lyrica (163%), Enbrel (155%), Humira (144%) y Lantus (114%).

Herceptin, un medicamento contra el cáncer vendido por Roche / Genentech, posee patentes archivadas desde 1985 y tiene solicitudes de patente pendientes que podría extender la exclusividad de patentes hasta 2033, un potencial de 48 años  de monopolio.

Cuatro de las doce drogas principales ya han estado en el mercado por 20 años y tienen pedidos pendientes de patentes que buscan extender el monopolio de mercado  hasta 2033 (HerceptinGenentech), 2030 (Rituxan, Biogen / Genentech), 2029 (EnbrelAmgen) y 2025 (Remicade, Janssen).

Sanofi ya consiguió extender la patentes de Lantus en el mercado estadounidense por 37 años, casi el doble de la duración prevista por la ley estadounidense.

“¿Por qué una compañía farmacéutica presentaría tantas patentes después de que un medicamento ya está en el  mercado? Simplemente para preservar y ampliar su capacidad de mantener a raya a la competencia mientras aumentan los precios”, sintetizó I.MAK.

“Este problema también está creciendo en los países más ricos: 34 millones de estadounidenses informan haber perdido a un familiar o amigo debido al alto costo del tratamiento”, calculó.

“Hemos perdido de vista la intención original del sistema de patentes pensado para que las personas puedan obtener fácilmente la medicina que necesitan para salvar sus vidas”, sostuvo Priti Krishtel, entre las conclusiones del estudio.

El estudio de I-MAK, una organización sin fines de lucro, propuso cambios en el sistema de patentes porque la experiencia indica que “los fabricantes de medicamentos utilizan estas patentes para evitar la competencia genérica mientras continuan aumentando el precio de estos medicamentos”.

I-MAK está dirigida por Priti Krishtel y Tahir Amin, un abogado con más de 25 años de experiencia en derecho de propiedad intelectual.

Informe: https://www.i-mak.org/wp-content/uploads/2018/08/I-MAK-Overpatented-Overpriced-Report.pdf