FARMACÉUTICOS DENUNCIARON A LA SECRETARÍA DE COMERCIO DESABASTECIMIENTO DE INSUMOS ESENCIALES Y SU VENTA POR CANALES IRREGULARES

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El Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (CEPROFAR) denunció ante la Secretaria de Comercio “el desabastecimiento de las farmacias de productos esenciales” como el alcohol medicinal, que ha desaparecido virtualmente del acceso al público “por los canales habituales y legales”.

La denuncia está contenida en una carta dirigida a la secretaria de Comercio, Paula Español, remarcando en especial que “uno de los productos críticos es el alcohol medicinal líquido, que hace semanas no se distribuye a las farmacias. La situación se ha agravado desde que se fijó un precio máximo de referencia para este producto esencial, siendo hoy imposible de encontrar en las farmacias del país”.

Rubén Sajem, director de CEPROFAR, aseguró a PHARMABAIRES, que “hay producción de alcohol líquido en Tucumán donde los productores lo venden entre 40 y 50 pesos el litro, pero no llega a las farmacias porque es desviado a la fabricación de alcohol en gel que deja mayor rentabilidad o ingresa en canales irregulares de venta por fuera de las farmacias”.

Nosotros acudimos a la Secretaria de Comercio porque queremos que se ordene la cadena de distribución para que las farmacias no sean víctimas de esta situación de abuso y desabastecimiento”, reclamó Sajem.

En su carta a Paula Español, CEPROFAR aseguró que “evaluaciones que hemos realizado en las últimas semanas nos alertan que las farmacias no están siendo provistas de insumos críticos por los canales habituales: laboratorios, droguerías y distribuidoras, causando faltantes de los mismos, generándose canales de distribución alternativos”, denunciaron los profesionales farmacéuticos.

“La falta de alcohol líquido o medicinal se ha convertido en una situación insostenible porque no están entregado ni una botella de alcohol desde hace un mes y este desabastecimiento se agudizó desde que le pusieron un precio máximo”, explicó Sajem.

Tampoco se abastecen “en forma regular y a los precios habituales, otros elementos necesarios para la prevención y contención de la transmisión del virus: guantes, barbijos (en sus diferentes características), productos sanitizantes, termómetros, antisépticos y desinfectantes, entre otros”, agregaron.

Al mismo tiempo, los relevamientos que “hemos realizado indican que muchos de estos productos se ofrecen por canales informales, incluyendo la venta por Internet, a precios excesivos”.

Lo que así se ofrece a la venta no siempre proviene de establecimientos debidamente habilitados por la autoridad sanitaria, ni tiene identificación de su origen, no pudiéndose asegurar su calidad, seguridad y eficacia, además del evidente sobreprecio”, alertaron sobre estos canales irregulares.

Estos canales irregulares, “en especial los portales de venta por Internet están generando precios distorsivos, excesivamente elevados, que se constituyen en precios de referencia”, afirmaron.

CEPROFAR comparó que “así como se ha decidido ampliar recientemente la aplicación de la Ley de Abastecimiento a los establecimientos pequeños y medianos, lo que incluyó a las farmacias, consideramos que también es imprescindible ahora centrar la atención en los grandes responsables de la situación planteada, extremando los controles para garantizar el circuito de provisión habitual y legal, a los precios que corresponden, impidiendo prácticas especulativas”.

Al mismo tiempo, destacaron que las farmacias comunitarias “son consideradas, en los sistemas sanitarios más avanzados del mundo, servicios de proximidad, de gran importancia para el funcionamiento del sistema formal de salud, y necesarias para que las estrategias sanitarias resulten exitosas: son la puerta de acceso al sistema de salud formal”.

No obstante, “además de ser referentes para la primera consulta, las farmacias deben proveer los insumos necesarios para hacer frente a esta pandemia”, explicaron en su carta a la funcionaria.

Sajem detalló que uno de los argumentos de los intermediarios para justificar el faltante es que “no tienen envases, pero a nosotros nos parece un argumento inexplicable”.

“El alcohol no es un insumo importado como los barbijos o los termómetros y no nos parece tan difícil que los elaboradores y los intermediarios tengan que cumplir con la provisión como antes de la pandemia”, completó Sajem.