SI LOS PAÍSES RICOS MONOPOLIZAN LAS VACUNAS COVID-19, CAUSARÁN EL DOBLE DE MUERTES QUE DISTRIBUIDAS EQUITATIVAMENTE

Visto: 1162

La Northeastern University de Estados Unidos sugirió que la mitad de personas morirían a causa de Covid-19, si las primeras 2 mil millones de dosis de vacuna que estén disponibles son monopolizadas por los países ricos en vez de ser compartidas equitativamente.

Al mismo tiempo, la pandemia redujo los índices de vacunación mundiales a los niveles de la década del 90 y tendrá un costo económico de 12 billones de dólares para fines de 2021, según el informe Goalkeepers 2020 de la Fundación Bill y Melinda Gates.

“La distribución desigual de las vacunas puede causar aún más daño a medida que los países con mayores recursos financieros almacenan de manera preventiva dosis ilimitadas de futuras vacunas COVID-19”, una medida que la universidad privada de Boston, estimó que “podría causar casi el doble de muertes por coronavirus que si las vacunas fueran distribuidas equitativamente”.

“Creemos que la colaboración global es la forma más eficaz de avanzar. Las empresas y los gobiernos deben comprender que el futuro no es un concurso de suma cero en el que los ganadores solo ganan cuando alguien más pierde. Es un esfuerzo cooperativo en el que todos progresamos juntos”, dijeron Bill y Melinda Gates en un reciente artículo de opinión en Financial Times.

La Fundación Bill y Melinda Gates pidió a un equipo de investigadores dirigido por Alessandro Vespignani, director del Network Science Institute de la Northeastern University de Boston, que estimara los resultados de dos diferentes escenarios de vacunas.

En un escenario, aproximadamente 50 países de altos ingresos monopolizan los primeros 2000 millones de dosis de la vacuna COVID-19. En el otro, las dosis se distribuyen a escala global, según la población de cada país y no su capacidad para pagar la vacuna.

Los modelos encontraron que el 61 por ciento de las muertes podrían evitarse si la vacuna se distribuyera a todos los países en proporción a la población, mientras que solo el 33 por ciento de las muertes se evitarían si los países de altos ingresos recibieran las vacunas primero.

“Esa es una gran diferencia y de inmediato se ve que, a nivel mundial, el segundo escenario es muy superior, y ni siquiera por razones éticas", afirmó Vespignani.

El informe sostiene que el daño económico y social global causado por la pandemia puede mitigarse mediante un compromiso global de compartir equitativamente las vacunas Covid-19, cuando estén disponibles.

“Cada mes, la economía global pierde 500 mil millones de dólares y un enfoque de colaboración reducirá muchos meses de la línea de tiempo del mundo”, propuso Vespignani."No existe una solución nacional a una crisis mundial", enfatizó.

Para evitar hacer suposiciones impredecibles sobre el curso futuro de la pandemia en sus modelos, el equipo de investigadores examinó en cambio lo que habría sucedido si una vacuna hubiera estado disponible a mediados de marzo cuando el virus comenzó a propagarse por todo el mundo.

Utilizando este marco, los investigadores modelaron la evolución de la pandemia en base a su trayectoria anterior y consideraron las intervenciones adoptadas por cada país en cuanto a restricciones de viaje y políticas de salud pública no basadas en respuestas farmacéuticas, como el cierre de escuelas. 

Sin una vacuna real, los investigadores también tuvieron que hacer suposiciones sobre su eficacia. El modelo consideró estimaciones de 80 y 65% ​​de eficacia en una sola dosis dos semanas después de la administración con 3 mil millones de dosis administradas en total.

“Este es solo el primer paso - explicó Vespignani- todavía hay muchos factores desconocidos que no se tienen en cuenta en este modelo, por ejemplo, cuántas personas serán inmunes en los próximos meses, qué tan eficiente será la vacuna en realidad e incluso si los países tienen los medios para adquirir las dosis suficientes, y si tienen los recursos y la coordinación para distribuirlos”.

En cualquier caso, las decisiones sobre cómo los países asignan las vacunas no se pueden tomar basándose en un solo modelo, admitió, pero “por ahora, los resultados del modelo son claros: cuando los países cooperan, el número de muertes se reduce a la mitad".

El nuevo informe Goalkeepers 2020 de la Fundación Gates presentó un panorama desolador del impacto de gran alcance de la pandemia Covid-19, con un retroceso importante en el porcentaje de niños en todo el mundo que reciben vacunas esenciales, la inseguridad alimentaria en aumento y un fuerte aumento en el número de personas viviendo en extrema pobreza.

La Fundación señaló que una evaluación, realizada junto con el Institute for Health Metrics and Evaluation de Seattle, encontró que en 2020 la cobertura de vacunación está en niveles similares a la década de 1990.

La dura valoración del informe fue: "En otras palabras, hemos retrocedido unos 25 años en unas 25 semanas".

En las últimas 25 semanas, “la pandemia de COVID-19 ha revertido 25 años de progreso en la distribución mundial de vacunas. La cobertura de inmunización, un buen barómetro del funcionamiento de los sistemas de salud, se ha desplomado a niveles vistos por última vez en la década de 1990”, lamentó el Informe Goalkeepers anual de la Fundación Bill y Melinda Gates.

Por lo general, a la Fundación Gates le gusta acentuar lo positivo, centrándose en el progreso que se está logrando. Hasta la fecha, los informes de Goalkeepers se habían elaborado en ese sentido.

Pero este año registra un mundo que está perdiendo terreno debido a una pandemia que se proyecta le costará al mundo 12 billones de dólares en pérdidas económicas para fines de 2021.

Durante los primeros seis meses de la pandemia, el número de personas que viven en la pobreza extrema en todo el mundo aumentó en un 7%, después de haber disminuido año tras año durante las últimas dos décadas.

Gates sugirió que el impacto en los sistemas de prestación de servicios de salud se puede rectificar a corto plazo, pero el daño económico a las economías en desarrollo llevará mucho más tiempo repararlo.

"Yo diría que dentro de un año, esperamos que las cosas se restauren y que dentro de dos años podamos estar de regreso, al menos en términos de la situación de salud, donde estábamos a principios de 2020", predijo.

Pero lo que eso requiere es que aprobemos una vacuna altamente efectiva en algún momento de los próximos cuatro o cinco meses y que averigüemos cómo fabricar muchos miles de millones de dosis y obtener el financiamiento y sacarla de una manera muy sólida, para que la pandemia en sí disminuya durante 2021 y se pueda poner fin en algún momento de 2022”, vislumbró Gates.