CRECEN LAS PROTESTAS, PERO TAMBIÉN LA VACUNACIÓN

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La mayoría de los países de Europa están cruzados por las protestas contra el pase sanitario y miles de manifestantes han marchado en ciudades de Francia, Italia, Inglaterra, Grecia y Chipre. Pero, al mismo tiempo crece el índice de vacunación ante la certeza que la imposición del “pasaporte COVID” llegó para quedarse por un tiempo.

Francia e Italia en especial -pero no fueron los únicos- vieron manifestaciones ruidosas durante varios fines de semana en contra de los pases sanitarios, sin distinción de tendencias políticas y rechazando el rótulo de “antivacunas” que adjudicaron algunos medios de comunicación.

En Francia, París, Marsella, Toulouse y Nantes, entre otras ciudades, fueron escenario el sábado de nutridas manifestaciones que hasta la propia policía nacional francesa calificó de “inéditas” para esta época del verano europeo, cuando la mayoría ya está en camino a las playas del Mediterráneo y de Bretaña. Solo en París, hubo cuatro marchas simultaneas, convocadas por diferentes organizadores.

Pero, al mismo tiempo las autoridades sanitarias de los países europeos aseguran que desde que se lanzó el pase sanitario están registrando un número récord de inscriptos para vacunarse, lo que sugiere que las nuevas medidas también pueden ser efectivas para convencer a los que dudan o se resistían a pasar por los vacunatorios.

Los pases sanitarios están siendo promocionados por más de una docena de gobiernos europeos como una forma de reabrir las economías y el turismo.

En Europa, la aceptación de los pases nacionales sigue a la adopción en toda la Unión Europea del Certificado digital COVID desde el 1 de julio, para aliviar las restricciones en los viajes internacionales dentro y fuera de la UE, pero verificando el estado de vacunación de una persona, el resultado negativo reciente de la prueba o la recuperación. de una infección por COVID.

Unos 13 estados miembros de la UE han establecido planes para extender el sistema de pase COVID para uso doméstico. Las nuevas reglas generalmente requieren la documentación digital o en papel de un certificado antes de ingresar a bares, restaurantes, museos, instalaciones deportivas cubiertas y otros sitios culturales o de entretenimiento. 

Dinamarca, Austria, Chipre, Francia, Alemania, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, los Países Bajos, Portugal, Irlanda y Eslovenia se encuentran entre los que ya están aplicando los pases de salud nacionales.

Suiza, que forma parte de la zona europea de libre viaje Schengen, solo ha implementado un sistema de pases de este tipo para eventos a gran escala con más de 1.000 participantes y clubes nocturnos. Para eventos más pequeños, así como restaurantes, instalaciones deportivas, culturales y de ocio, el uso de un pase COVID es discrecional.

Reino Unido también está discutiendo la implementación de un sistema de pase de vacunas para eventos en interiores a gran escala para fines de septiembre.

Israel, que abandonó prácticamente todas las restricciones de COVID después de que una campaña de vacunación masiva llevó los nuevos casos a casi cero, ahora ha restablecido su programa Green Pass para prácticamente todos los lugares cerrados frente a nuevas infecciones que ahora superan las 1000 personas por día.  

Las protestas han estallado en casi todos los países donde se introdujo la exigencia de los certificados sanitarios, con manifestaciones particularmente ruidosas durante los últimos fines de semana en Europa, desde París a Roma.

Mientras miles de manifestantes marchan por Francia contra la imposición del pase sanitario, los diputados italianos también se rebelaron contra esta medida al descarrilar la sesión del Parlamento convocada para su tratamiento en el recinto.

Los miembros del bloque de centroderecha Hermanos de Italia (FdI) organizaron una protesta con carteles “Prohibido el pase verde”, cuando los diputados se aprestaban a adoptar el sistema de control sanitario.

Luego, otros manifestantes descendieron al centro del hemiciclo, cada uno levantando su cartel. Los diputados que protestaban fueron abucheados por sus opositores políticos que apoyan la implementación del "Pase Verde".

Pero, al menos medio millón de citas de vacunación se realizaron dentro de las 24 horas posteriores al primer anuncio italiano de la medida del pase verde, que entrará en vigor el 6 de agosto y que también estará disponible para aquellos que solo hayan recibido una vacuna.

“Registramos un aumento en las reservas que van desde + 15% a + 200% dependiendo de la región”, afirmó Francesco Figliuolo, Comisionado de Emergencias COVID-19 de Italia, en un programa de noticias de televisión italiano Tg5. “En la región de Friuli Venezia Giulia registramos + 6.000%”.

El nuevo pase italiano será necesario para ingresar a gimnasios, piscinas, museos, cines, teatros, estadios deportivos y asientos en el interior de bares y restaurantes.

"El Pase Verde no es arbitrario, sino una condición necesaria para no cerrar la economía", afirmó el primer ministro italiano Mario Draghi en una conferencia de prensa. “Sin vacunas, todo tendrá que volver a cerrarse”, agregó.

En Francia, el Senado aprobó un proyecto de ley para introducir requisitos de vacunación obligatorios para ciertas profesiones, en particular los trabajadores de la salud, que deben estar vacunados antes del 15 de septiembre.

En cuanto al público en general, se requeriría un pase sanitario que muestre un comprobante de vacunación completa o una prueba de COVID negativa para que los adultos tengan acceso a los espacios interiores de comedor y ocio desde principios de agosto. Se requerirá un pase que muestre una prueba COVID negativa para los niños mayores de 12 años a partir de finales de septiembre.

Si bien más de 160.000 manifestantes franceses salieron a las calles al mismo tiempo que deliberaba el Senado, la nueva política también está impulsando un número récord de franceses solicitando turnos de vacunación.

Se hicieron alrededor de 1,7 millones de citas en solo las primeras 24 horas después del discurso inicial del presidente Macron sobre la iniciativa del pase COVID, y 3,7 millones se reservaron en la primera semana después de que habló a mediados de julio, afirmó el sitio Health Policy Watch.

“Vamos a extender el pase de salud al máximo para animar al mayor número posible de ustedes a vacunarse”, afirmó el presidente Emmanuel Macron en un discurso televisado.

“¿De qué vale tu libertad si me dices: 'No quiero que me vacunen', pero mañana contagias a tu padre, a tu madre o a ti mismo?”, graficó el presidente francés durante una visita a un hospital en la Polinesia Francesa. "Eso no es libertad, eso es irresponsabilidad y egoísmo", agregó.

En general, se percibió un aumento semanal del 59% en la participación para las primeras dosis, informó un analista francés, Guillaume Rozier.

Si bien los manifestantes incluso han expresado su oposición a los pases con el lenguaje y los símbolos nazis durante la Segunda Guerra Mundial, como la estrella amarilla, los funcionarios de salud pública y del gobierno han enfatizado exactamente el mensaje opuesto.

De hecho, dicen, los pases COVID son un ejemplo del tipo de solidaridad social y responsabilidad mutua de un ciudadano por otro que se requiere para vencer la pandemia.

El “uso extendido [del pase de salud] aún no ha sido evaluado, pero podría resultar tan efectivo como el encierro, ya que equivale a confinar a todos los no vacunados que no tendrán acceso a bares, restaurantes, culturales, sociales, vida deportiva y festiva, a menos que presenten pruebas negativas cada 48 horas”, afirmó a Euronews Antoine Flahault, Director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Ginebra.

“Y el uso extendido del pase de salud es mucho menos castigador social y económicamente [en comparación con los encierros]”, agregó Flahault. “Pronto sabremos si cumple sus promesas y evita la saturación de los hospitales franceses e italianos”.

Otros observadores señalan que el debate sobre los pases de COVID es en gran parte un lujo de los ricos, que viven en sociedades con suficiente acceso a vacunas y pruebas para que puedan ser exigidas a todos los ciudadanos. Pero los pases verdes no sacarán al mundo de la pandemia, en ausencia de un bajo acceso a las vacunas en los países de ingresos bajos y medianos.

"Estoy muy preocupada por la ignorancia generalizada en Europa y Suiza sobre el problema de la inequidad global de las vacunas", dijo a Health Policy Watch Sara LM Davis, Investigadora Principal del Centro de Salud Global de Ginebra. Más del 75% de las 3.500 millones de vacunas distribuidas a nivel mundial se han destinado a solo diez países, señaló.

África ha atravesado su peor ola hasta la fecha. Y al mismo tiempo, solo el 1,6% de la población de África ha sido completamente vacunada, en comparación con el 37% de la población de Europa y América del Norte.

Con tasas de vacunación tan bajas en tantas partes del mundo, el virus seguirá propagándose y fomentando más variantes nuevas y potencialmente peligrosas, independientemente de las medidas que se tomen en Europa, advierten expertos como Davis.

En estas circunstancias, creo que debatir el uso de certificados de vacunas para acceder a restaurantes o clubes nocturnos para mí y mis amigos en Suiza es un poco como debatir la disposición de las reposeras en el Titanic. A menos que tengamos justicia mundial sobre las vacunas, todos estaremos bajo el agua”, alertó Davis.

La Administración del presidente Joe Biden descartó la introducción de pases obligatorios de vacunas federales en Estados Unidos, pero algunos Estados han decidido introducir sus propias medidas. California y Nueva York requerirán que los empleados estatales y los trabajadores de la salud muestren un comprobante de vacunación o se hagan la prueba semanalmente.

Las empresas Google y Facebook también anunciaron que requerirían vacunas para los trabajadores en las oficinas de Estados Unidos.

California planea implementar las medidas durante agosto, mientras que Nueva York las adoptará a mediados de septiembre.

“Es como conductores ebrios, no tienes derecho a salir a beber y conducir y poner en riesgo a todos los demás, incluida tu propia vida”, afirmó Gavin Newsom, el gobernador demócrata de California, en una conferencia de prensa.

Biden solicitó a los gobiernos estatales, locales y territoriales que recompensen con un pago de 100 dólares a cada estadounidense recién vacunado para impulsar las tasas de inoculación.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos informó que el dinero podrá tomarse de Plan de Rescate Estadounidense de 1,9 billones de dólares que anunció la Casa Blanca.

Una medida similar ya fue adoptada por la ciudad de Nueva York por iniciativa del alcalde Bill de Blasio, que ya anunció un estímulo de 100 dólares a quien se vacune.