LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA LATINOAMERICANA CONTRIBUYE CON EL 1,2 POR CIENTO DEL PBI DE LA REGIÓN Y APORTA EL 1,5 POR CIENTO DEL EMPLEO DEL SECTOR MANUFACTURERO

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La industria farmacéutica latinoamericana contribuye con el 1,2% del PIB de la región (efectos directos, indirectos e inducidos) y la participación en el empleo del sector manufacturero es del 1,5 por ciento y del 0,2 por ciento del total del trabajo registrado.

Más aún, el efecto multiplicador de la industria farmacéutica (efectos directos, indirectos e inducidos) es comparativamente mayor en Argentina y Brasil que ese mismo efecto en la economía de Estados Unidos (el peso total de la industria farmacéutica en el PIB de ambos países llega al 2,3% y el 2,5%, respectivamente).

Las estadísticas están contenidas en el reciente documento “Lineamientos y propuestas para un plan de autosuficiencia sanitaria para América Latina y el Caribe”, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El estudio de la CEPAL que aborda los efectos de la pandemia en los sistemas sanitarios de la región, propone siete líneas de acción con iniciativas de corto, mediano y largo plazo:

Fortalecer los mecanismos de compra conjunta internacional de vacunas y medicamentos esenciales;

Utilizar los mecanismos de compras públicas de medicamentos para el desarrollo de mercados regionales;

Crear consorcios para el desarrollo y la producción de vacunas; Implementar una plataforma regional de ensayos clínicos; Aprovechar las flexibilidades normativas para acceder a propiedad intelectual;

Fortalecer mecanismos de convergencia y reconocimiento regulatorio,

Fortalecer los sistemas de salud primaria para el acceso universal a vacunas y su distribución equitativa.

Estos lineamientos y propuestas para un plan de autosuficiencia sanitaria para América Latina y el Caribe son un llamado urgente a la acción y fijan una agenda clara y concreta, a la vez que promueven y exigen una mayor integración, cooperación y solidaridad regionales”, afirmó la CEPAL.

“El problema ya no es contar con una vacuna eficaz, sino asegurar, acelerar y aumentar la escala de su producción y distribución a nivel mundial”, vislumbró el ensayo.

El estudio contabilizó que hasta el 31 de agosto de 2021, en el mundo se habían repartido 15.600 millones de dosis mediante contratos individuales, negociaciones en bloque y el Mecanismo COVAX de la OMS.

“Aunque con ese número de dosis se podría vacunar a toda la población mundial, su distribución es muy sesgada” porque “hay una alta concentración en los países más desarrollados”, cuestionó.

Es así que el 39% de estos compromisos de compra se concentraba en un grupo de países desarrollados, que comprende solo el 12,9% de la población mundial.

En cuanto al desarrollo de una vacuna COVID en América Latina y el Caribe, la CEPAL indicó que “las investigaciones más avanzadas tienen lugar en el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), ambos de Cuba. Tres de sus cinco vacunas en desarrollo, Abdala,  Soberana 02 y Soberana Plus, se encuentran en la fase III de ensayos clínicos y autorizadas para su uso de emergencia. Al 1 de septiembre de 2021 se habían administrado más de 14,1 millones de dosis de estas tres vacunas.

Por otra parte, “en Brasil (Instituto Butantan) y en México (Avimex) se está desarrollando una vacuna en colaboración con la Icahn School of Medicine de Mount Sinai y la Universidad de Texas”. La vacuna Patria de México se encuentra en fase I de ensayo clínico y la ButanVac del Brasil en fase I/II combinada, precisó el estudio.

La CEPAL, en su análisis de mercado farmacéutico regional y global, señalo que “entre otras tendencias, se prevé que la llamada “caída” de las patentes continuará en el futuro, pues las patentes de 9 de los 20 medicamentos más vendidos en los Estados Unidos expirarán entre 2020 y 2030. En particular, en 2023 se vencerá la patente del medicamento Humira, que ha ocupado el primer lugar entre los más vendidos en la última década”.

En promedio, “la industria farmacéutica es más productiva, más innovadora, tiene una mayor proporción de trabajadores calificados y una composición de género más equilibrada, paga salarios más altos y está menos orientada a las exportaciones que la industria manufacturera”.

La participación de la industria farmacéutica latinoamericana en la generación de empleo es del 1,5% en el sector manufacturero y del 0,2% en el total.

La participación directa de la industria farmacéutica en el empleo del sector manufacturero latinoamericano varía entre el 1% y el 2,8% y equivale a poco más de 300.000 puestos de trabajo en la región.

“Esta cifra es similar a la registrada en los Estados Unidos y la mitad con respecto a la Unión Europea (PIB, inferior a los valores correspondientes a los Estados Unidos (1,6%) y la Unión Europea (1,4%)”, comparó el estudio.

El efecto multiplicador de la industria farmacéutica (efectos directos e indirectos) tiene un valor de 1,59 por ciento del PIB en América Latina, sin grandes diferencias entre los países.

Sin embargo, el efecto multiplicador tiene un impacto total mucho mayor en América del Sur que en Centroamérica y México, detalló el informe.

Documento completo: https://www.cepal.org/sites/default/files/publication/files/47252/S2100557_es.pdf