UN PACTO DE LA SALUD POR SOBRE LA CONFRONTACIÓN PARA AVANZAR EN LA REFORMA DEL SISTEMA, GINÉS GONZÁLEZ GARCÍA

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Un pacto sanitario entre las fuerzas políticas mayoritarias para avanzar en la reforma del sistema de salud, propuso el ex ministro de Salud, Gines González García, como una de las conclusiones ciclo de conferencias organizadas por la Fundación Isalud.

Por su parte, Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, avisó durante el mismo ciclo que “no podemos volver a la normalidad que nos trajo hasta acá, una normalidad con desigualdades que estaban encubiertas”.

“La reforma necesita tiempo, constancia y continuidad, no se puede hacer de un día para el otro y con el actual estado confrontativo de la política argentina cualquier reforma no va a funcionar”, aseveró González García.

El rector honorario de Isalud afirmó que “necesitamos un pacto sanitario y un fondo federal compensatorio en el que tienen que estar todos los programas para que lleguen a todos”.

El pacto sanitario debe ser acordado entre cuatro o cinco fuerzas políticas mayoritarias en cuanto a las líneas generales de una reforma del sistema, al margen del resultado de las elecciones.

“El PMO debe mejorarse permanente e incorporar al sector público y las provincias”, precisó.

El ex ministro reseñó sobre las conclusiones del coloquio internacional de Isalud que “la equidad es el desvelo de todos y debería ser un bien público internacional como propuso Michelle Bachelet, pero todavía hoy el acceso es muy difícil o imposible”.

“La pandemia puso en evidencia que la salud es un hecho comunitario y la diplomacia sanitaria tiene que funcionar, pero no ha funcionado hasta ahora, el multilateralismo no funcionó y tampoco la solidaridad internacional y como dijo Bachelet no podemos volver a la vieja normalidad”, enfatizó el ex ministro.

El sistema de salud “tiene que tener una financiación mayor de la que tiene ahora pero no se puede seguir poniendo fuerza en el impuesto al trabajo y el compromiso fiscal debe existir directamente sobre el sistema como aporte”, propuso.

La reforma no será gastar menos sino gastar mejor” y durante la pandemia se forjó una relación pública-privada, que “en todos lados funcionó”, mencionó entre las enseñanzas de la pandemia.

Gines González García también mencionó entre las conclusiones que “la salud se ha convertido en el primer objetivo económico del planeta y nunca la política sanitaria fue tan económica”.

“La gobernanza del sistema que el Estado recuperó en todo el mundo es un activo que nos queda, los Estados invirtieron más en salud de lo que venían invirtiendo, es un activo que nos queda y que debemos que cuidar”, reflexionó.

BACHELET: IMPOSIBLE VOLVER A LA VIEJA NORMALIDAD

“No podemos volver a la normalidad que nos trajo hasta acá, una normalidad con desigualdades que estaban encubiertas, aunque para muchos de nosotros estaban claras desde toda la vida”, sostuvo Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

“Durante la pandemia algunos no aprendieron nada, pero otros aprendieron y deberían guiar las políticas públicas de los Estados”, propuso la ex presidenta chilena durante el ciclo de conferencias internacionales organizado por la Fundación Isalud en el contexto de su trigésimo aniversario.

Bachelet aseveró que “durante la pandemia vimos que si no hubiese sido por los Estados esto hubiese sido un desastre” y “fueron los estados los que salieron a comprar y fortalecer los sistemas de salud”.

“El sector público fue clave en el liderazgo y en las políticas a tomar”, resaltó Bachelet, ministra de Salud de Chile antes de asumir la presidencia de su país.

La pandemia tuvo “un impacto catastrófico en los Derechos Humanos revertiendo los avances logrados en algunas regiones y las Américas no fue la excepción”.

El efecto devastador fue aún mayor en muchos países latinoamericanos “por la debilidad de sus sistemas de salud y de educación”, dejando al descubierto que esos países no estaban preparados para un sistema de virtualidad educativa, reseñó.

 La crisis tuvo “un efecto desproporcionado entre las mujeres” porque perdieron las fuentes laborales que ocupaban mayoritariamente en la hostelería y la gastronomía, dos de los sectores económicos mas golpeados por las cuarentenas prolongadas.

En cuanto al efecto devastador de la crisis entre las mujeres, mencionó como ejemplo que Ecuador ha tenido desde marzo de 2020, 12,5 millones de prestaciones menos especialmente en salud materno infantil, salud basada en género y VIH.

“La brecha digital entre las mujeres fue mayor que entre los hombres y ocho millones de mujeres sufrieron acoso en línea, acoso que ya existía, pero que se agravó con la pandemia”, afirmó.

Bachelet reconoció que “tenía la esperanza de que la pandemia nos diera la sensación de que no podíamos volver atrás. Sin embargo, no fue asi aunque estamos en un momento de la historia en que salimos juntos o el planeta no va a sobrevivir y si no lo logramos como especie humana nos va a ir mal”, enfatizó durante la video conferencia de Isalud.

El rector honorario de Isalud, Gines González García, coincidió que “tengo algunas dudas de que salgamos mejores y hay una tendencia para que todo siga parecido a lo que era antes”.

“Los sistemas de salud deben salir fortalecidos, pero va a depender del liderazgo global y la pandemia demostró falta de un liderazgo global potente y transformador”, enfatizó la ex presidenta chilena.

Bachelet mencionó como ejemplo negativo los hogares de ancianos de Estados Unidos y algunos países de Europa “subsidiados por los gobiernos, pero sin regulación e inspección de los Estados” y que se convirtieron en el primer epicentro trágico de la pandemia en ese país.

La pandemia también “demostró la falta de suficiente capacidad en salud mental y nadie pensó en los jóvenes, los niños y los ancianos que estaban solos”.

“Ahora la OMS comenzó a medir también esto”, concluyó.

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