MIENTRAS REPOSA EN OLIVOS, LA PRESIDENTA MEDITARA CAMBIOS PARA DESPUES DE DICIEMBRE

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Después de la derrota electoral de las Paso en agosto y antes de someterse a la extirpación del hematoma craneal  en la Fundación Favaloro, la presidenta Cristina Fernández había comenzado a citar a la residencia de Olivos a interlocutores no habituales y ajenos a su círculo íntimo de poder, como el economista Arnando Bocco, que procede del Frepaso de Carlos “Chacho” Álvarez y posee una orientación de centroizquierda.

  La presencia de Bocco es Olivos se convirtió en los días previos a la operación en un indicio  de que algo se proponía cambiar la presidenta Fernández después de las elecciones de octubre, en un relanzamiento de su gestión a partir del 10 de diciembre, cuando cumpla dos años de mandato y le queden otros dos por delante.

  Bocco fue citado por la presidenta a la Residencia de Olivos para mantener un diálogo intimista y sin miradas inquisitadoras, especialmente de quienes integran el equipo económico y del vicepresidente Amado Boudou, lejanos en propuestas e intenciones a quien fue asesor de “Chacho” Álvarez y director del Banco Ciudad con el Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra.

  Si bien Bocco no es “del palo” ya que no se forjó una carrera en el peronismo ni tampoco integró el círculo íntimo de Néstor Kirchner en sus inicios presidenciales, tampoco es un desconocido ni un referente ajeno al modelo, pues en 2010, ya con la presidenta Cristina Fernández, fue designado como representante argentino ante el Banco Mundial.

  Voceros oficiales deslizaron que Bocco fue citado por la presidenta Fernández para escuchar “otras voces” sobre la marcha del modelo económico. No fue el único “invitado” a Olivos para interpelar el discurso oficial con la realidad.

  El senador nacional Miguel Ángel Pichetto, un “todo terreno” desde los tiempos menemistas y ganador de las internas de agosto en Río Negro, recibió un mensaje similar. “Venite a Olivos que quiero que me cuentes la verdad...acá todos me cuentan mentiras...”,  fue el mensaje imperativo que recibió el legislador de parte de Cristina Fernández a fines de septiembre.

  Pichetto fue citado para que le contara “la verdad” a Cristina Fernández sobre como quedará el Congreso Nacional después de las elecciones de octubre y los cálculos electorales del senador fueron mas “realistas” de los que la mandataria había escuchado hasta entonces.

  Pichetto es un operador peronista al servicio de quien ocupe el sillón presidencial desde la década del 90. Bocco es un economista que hasta ahora no estuvo en el reducido manual de consultas de la presidenta. Por eso es más llamativo. Y, en especial, que buscara una “opinión” ajena al ministro Hernán Lorenzino o el vicepresidente Boudou.

  “Cristina está enojada con el equipo económico, en especial por el manejo del juicio con los Fondos Buitres.  Pero su enojo no es sólo con el equipo económico...dice que son muchos los que la hicieron equivocar...”, admitieron voceros oficiales.

  La lista de “enojos” la encabeza el jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina- con un pie afuera antes de la operación quirúrgica- y con la conducción de La Cámpora, destinada a cuarteles de invierno y con escasas posibilidades de sobrevivir después de diciembre.

  El senador Aníbal Fernández se ha propuesto como Jefe de Gabinete porque le gustaría volver al centro de gravedad del poder luego de su paso por el Senado. Pero no parece que Cristina Fernández apueste por alguien quemado por “lenguaraz” aunque le ha sido muy útil y con quien “no dio pasos en falso”, comentan.

  La incógnita es Guillermo Moreno, el secretario de Comercio. “Moreno está muy alto, más arriba que Boudou y Lorenzino en las preferencias presidenciales. Es imposible saber que pasará después de diciembre”, aseguran los voceros oficiales.

  Del diálogo entre Cristina Fernández y Bocco, en la intimidad de Olivos, no hay ni señales. Pero  algunas opiniones periodísticas recientes del economista, indican que pudo decirle a la presidenta lejos de testigos.

  “Tal vez es un poco pasiva la actitud del Banco Central en algunos casos, sería bueno que la presidenta pusiera un poco más de dinamismo en algunos aspectos de esta política monetaria y financiera”, alertó Bocco.

  “Es un hecho importante el de controlar que los grandes monopolios que son los que manejan el comercio tengan una guía y que no utilicen los desbalances de precios para generar zozobra en la sociedad”,  propuso sobre la inflación.

  “Evidentemente hay actores económicos que están jugándole en contra al gobierno. Lo que veo es que este año la Argentina va a crecer arriba del 4% y va a tener una expansión económica interesante. Pero esto hay que trasmitírselo a la sociedad. Yo soy bastante optimista, y creo que el gobierno debería creérsela un poquito más y trasmitir más los logros en materia económica para estimular a la sociedad, vislumbró.

  “Creo que la sociedad debe superar el problema ideológico de estar en contra de este gobierno tan reformista y desapegado a la ideología de mercado; es un gobierno que trabaja los problemas de fondo y eso a sectores conservadores les molesta profundamente. Además hay mucho racismo y muchísimo odio. Creo que debe haber un debate más de fondo y que la sociedad debe replantearse estas cuestiones”, completó Bocco, quien también fue director del Banco Central y  que después de la renuncia del vicepresidente “Chacho” Álvarez  pronosticó el fin de la Alianza y del gobierno de Fernando De la Rua.