LAS BIG PHARMA GASTAN MÁS EN ACCIONES QUE EN INVESTIGACIÓN, SEGÚN ECONOMISTAS ESTADOUNIDENSES

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Las 14 compañías farmacéuticas más grandes que cotizan en Wall Street gastaron (entre 2012 y 2021), 747 mil millones de dólares en recompras de acciones y dividendos, sustancialmente más que los 660 mil millones que destinaron en investigación y desarrollo, según un nuevo estudio realizado por los economistas William Lazonick, profesor emérito de economía en la Universidad de Massachusetts, y Öner Tulum, investigador de la Universidad de Brown.

La nueva investigación sobre recompras y dividendos socava aún más la narrativa de que los precios altos son un ingrediente necesario para la investigación y el desarrollo.

"Las compañías dicen que necesitan altos precios de los medicamentos para reinvertir sus ganancias en la próxima generación de innovación médica", dijo Lazonick. "Pero no los necesitan, porque no están usando sus ganancias de esa manera".

Lazonick y Tulum analizaron las finanzas de 14 grandes compañías farmacéuticas para esbozar una imagen de una industria en la que las empresas más grandes absorben empresas más pequeñas, exprimen cada onza de ganancias que pueden de los medicamentos que ya fabrican, devuelven las ganancias a los accionistas y ejecutivos, y luego enjuagan y repiten.

Entre 2012 y 2021, esas empresas no solo gastaron 747 mil millones de dólares en recompras de acciones y dividendos, sino que también aumentaron masivamente los salarios de los altos ejecutivos.

En 2021, la compensación anual promedio para los ejecutivos mejor pagados en estas compañías farmacéuticas fue de 61 millones de dólares, el 93 por ciento de los cuales provino de ganancias realizadas del pago basado en acciones.

“En otras palabras, los altos ejecutivos que decidieron hacer pagos a través de recompras y dividendos se estaban enriqueciendo simultáneamente, ya que la gran mayoría de sus ingresos provenían del precio inflado de las acciones de la compañía”, denunció The Lever.

“Pero eso no ha impedido que las compañías farmacéuticas y sus grupos de cabildeo utilicen el costo de la innovación como un argumento clave en su campaña para evitar que Medicare pueda negociar precios más bajos de los medicamentos. La industria farmacéutica ha gastado al menos 645 millones en cabildeo federal en los últimos dos años”, publicó el sitio estadounidense. 

Al mismo tiempo, “los precios de los medicamentos han seguido subiendo. Incluso antes de que se anunciara la última ronda de aumentos de precios, los estadounidenses gastaron 800 millones de dólares más en medicamentos recetados el año pasado que el año anterior”, escribió el sitio estadounidense.

“Mientras tanto, la inversión en manufactura ha flaqueado, lo que ha contribuido a la crisis de la cadena de suministro y la consiguiente inflación de la era COVID-19”.

“La industria farmacéutica ciertamente no está sola en gastar la mayor parte de sus ganancias enriqueciendo a los accionistas. Según el estudio de Lazonick y Tulum, las compañías del S&P 500 gastaron casi 10 billones de dólares en recompras y dividendos entre 2012 y 2020.

Pero el sector farmacéutico se ha destacado por justificar precios exorbitantes, que dejan a decenas de millones de personas incapaces de pagar medicamentos que salvan vidas, argumentando que las ganancias de esos márgenes se reinvertirán en innovación”, lamentó The Lever.

“Los demócratas han hecho campaña para permitir que Medicare negocie los precios de los medicamentos con las compañías farmacéuticas, como lo hacen los programas de salud en la mayoría de los otros países de altos ingresos, desde al menos 2006”, recordó.

El mercado estadounidense es un caso atípico en este tema, y es por eso que las compañías farmacéuticas han "apuntado a Estados Unidos para aumentar los precios durante muchos años mientras mantienen o reducen los precios en el resto del mundo", según un informe de los demócratas de la Cámara de Representantes.

En 2021, los demócratas propusieron inicialmente una medida de negociación de precios de medicamentos que permitiría a Medicare negociar los precios de entre 50 y 250 medicamentos de alto costo que carecen de competencia, incluidos los productos de insulina.

El plan era exigir a los fabricantes de medicamentos que proporcionaran sus productos al precio negociado por Medicare a todas las aseguradoras, para que los pacientes de todas las edades se beneficiaran de precios más bajos.

La industria farmacéutica y sus grupos de presión respondieron con una campaña de presión agresiva contra la legislación.

"Si se aprueba, [la medida] cambiará el mismo ecosistema innovador que nos trajo vacunas y terapias que salvan vidas para combatir COVID-19", dijo Pharmaceutical Research and Manufacturers of America (PhRMA), el principal grupo de presión de la industria farmacéutica estadounidense.

"Bajo el disfraz de 'negociación', le da al gobierno el poder de dictar cuánto vale un medicamento y deja a muchos pacientes frente a un futuro con menos acceso a medicamentos y menos tratamientos nuevos", aseveró.

Después de un año y medio de cabildeo de la industria farmacéutica y gastos de campaña, los demócratas a mediados de 2022 aprobaron una medida masivamente diluida que solo permitirá que Medicare negocie los precios de un puñado de medicamentos más antiguos que ya no tienen exclusividad de patente.

Si bien la medida estableció un límite en los costos de medicamentos de bolsillo para las personas mayores en Medicare, “el público en general no se beneficiará. Incluye un límite de copago para la insulina para los beneficiarios de Medicare, pero Medicare no será dirigido específicamente a negociar los precios de la insulina”.

La medida final se incluyó en la legislación demócrata de agosto pasado sobre el gasto social y el clima.

La industria farmacéutica todavía ha criticado incluso estas regulaciones insignificantes, afirmó The Lever y los republicanos, ahora mayoría en la Cámara de Representantes, “tienen la mira puesta en derogar la medida antes de que comiencen las negociaciones de precios en 2026”.

“Mientras tanto, el presidente Biden podría usar su autoridad reguladora existente para reducir los precios de los medicamentos antes de esa fecha, pero hasta ahora se ha negado a hacerlo”.

También The Lever mencionó que “está el hecho de que la investigación farmacéutica depende de una financiación pública sustancial. Entre 2010 y 2019, cada medicamento nuevo aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos FDA, se basó, al menos en parte, en la ciencia financiada con fondos públicos”.

Además, los investigadores ya habían demostrado que tales ganancias descomunales no eran necesarias para estimular la mayoría de la innovación farmacéutica.

En 2021, la Oficina de Presupuesto del Congreso federal y no partidista estimó que reducir las ganancias de los principales medicamentos en un 15 a 25 por ciento resultaría en la introducción de solo dos medicamentos menos en más de una década.

“Y la mayoría de la investigación farmacéutica no introduce terapias novedosas, sino que modifica los medicamentos existentes para ampliar su alcance a nuevas patentes, lo que refuerza aún más las ganancias de las compañías farmacéuticas”.

Lazonick y Tulum argumentan en su investigación que si bien la medida de negociación de precios de medicamentos de Medicare es un paso adelante necesario, el gobierno federal debería hacer más para regular a las compañías farmacéuticas en lugar de simplemente negociar los precios de un pequeño conjunto de medicamentos.

Tales esfuerzos podrían incluir reformas financieras ya propuestas por la administración Biden y los demócratas del Congreso, como límites a la compensación de acciones ejecutivas y recompras de acciones.

"Es importante hacer una distinción entre regular y negociar", dijo Lazonick. "Las compañías farmacéuticas deberían estar reguladas, es decir, el gobierno debería averiguar qué necesitan estas compañías, de la misma manera que lo haría con la regulación de los servicios públicos y decir: 'Está bien, esto es lo que puede ser el precio de su medicamento'. En otros países, no es realmente una cuestión de negociación", completó.

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