MORENO SE DESPIDIO DE LA INDUSTRIA, PERO EL PARTIDO SIGUE POR LA RENTABILIDAD

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No  hubo llaveritos de regalo como en ocasiones procedentes. Tampoco gestos ampulosos ni frases exuberantes. El secretario de Comercio Guillermo Moreno ya había renunciado en las horas previas y el encuentro con las cámaras de laboratorios, las droguerías y los farmacéuticos, fue el primer mojón en su camino de salida. Pese a todo, quiso cumplir porque la reunión estaba concertada desde hacía semanas, cuando aún pisaba fuerte y hacia ruido.

   Moreno estuvo apagado, sin frases pretendidamente ingeniosas. Pero no estuvo a la defensiva, como se supone de un funcionario renunciante. Al contrario, después de leer los informes que le entregaron las cámaras empresarias sobre estructuras de costos en reuniones previas, concluyó que “hay que seguir trabajando para bajar los costos comerciales y de marketing”.  

  “Los costos comerciales de ustedes son altísimos”, afirmó el secretario renunciado, dirigiéndose directamente a los empresarios.

Y, en especial, reiteró sus molestias con la industria extranjera que “no producen en el país y eso no puede ser”, reforzó.

   En medio del debate, quedó pendiente el proyecto de “recategorización” que pidió Moreno a la ANMAT en la reunión del 11 de septiembre, para diferenciar entre los laboratorios que producen localmente y los que importan.

   La recategorización pedida por Moreno implica modificar la resolución 223/96 del Ministerio de Salud que impone: “Actualízanse las normas que regulan al sector productivo de las mismas, a efectos de colocar en un plano de simetría competitiva a las industrias respecto de las del ámbito internacional y en armonía con las actividades que se desarrollan en el MERCOSUR”. Algo anticuado, sin duda.

   Pero antes de marcharse definitivamente, el secretario de Comercio dejó el mensaje concreto de que su intervención en el mercado farmacéutico no ha sido circunstancial, sino una nueva política de Estado.

   A su lado lo escuchaban el viceministro de Salud, Gabriel Yedlin, el presidente de la ANMAT, Carlos Chiale, además de funcionarios del Ministerio de Industria y del INDEC, indicativo que Moreno podrá mudarse a Roma, pero la intención de “rediseñar” el mercado farmacéutico  proseguirá al margen de los apellidos.        

Los farmacéuticos de la COFA salieron muy satisfechos de la reunión, a diferencia de la mayoría de los directivos de las cámaras empresarias.

“Moreno estableció una línea y propone rediscutir desde la fabricación a la dispensación”, destacaron los dirigentes de la confederación  farmacéutica a Pharmabaires.com.

   Moreno también hizo los deberes desde la última reunión y presentó estudios comparativos sobre el costo de los medicamentos entre Argentina y varios países europeos (España, Portugal, Suiza y Alemania). También presentó estudios comparativos con el mercado brasileño.

  “Hay que apostar a Argentina como productor de medicamentos para el abastecimiento interno y para la exportación”, pidió Moreno, algo que no es novedoso para las laboratorios nacionales. Las estadísticas del INDEC confirman el crecimiento exponencial de las exportaciones de los laboratorios nacionales en la última década.

   Unas horas después, durante su reaparición en la Casa de Gobierno, la presidenta Cristina Fernández reiteró su propuesta de impulsar la producción industrial nacional y  fortalecer el trabajo argentino. 

   Pero, la presidenta admitió a continuación que “no es fácil construir una industria nacional competitiva”.

Rentabilidad y competitividad. La cuestión proseguirá debatiéndose en enero.Sin Moreno, pero con la misma hoja de ruta para la industria.