ESPECIALISTAS PRECISARON COMO PREVENIR EL VIRUS SINCICIAL RESPIRATORIO (VSR)

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Un virus respiratorio afecta especialmente a lactantes y adultos mayores

Altamente contagioso y potencialmente grave tanto en niños como en adultos mayores, medidas como el lavado de manos pueden prevenir el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), uno de los principales causantes de Infecciones Respiratorias Agudas Bajas (IRAB), como la bronquiolitis y la neumonía.

Por otra parte ya está disponible en el país, la vacuna contra el VSR para inmunización materna. Dentro del Calendario Nacional de Inmunización ya se ofrece en forma gratuita a gestantes, entre las semanas 32 y 36 (inclusive) del embarazo, para proteger a los bebés en sus primeros seis meses de vida. También va a estar disponible para adultos mayores de 60 años, aunque por ahora en forma privada.

Durante una reunión para medios y periodistas especializados en temas de salud, convocada por Pfizer para presentar la vacuna, los especialistas precisaron su aplicación y alcance: “Cuando hablamos de los menores de un año, en general, el cuadro que produce es el de bronquiolitis, siendo el 80% diagnosticados en niños que eran previamente sanos, por eso es muy importante estar atentos a la sintomatología.

Algo similar pasa con los adultos mayores – por encima de los 60 años – donde muchas veces la infección está subdiagnosticada por interpretarse como un simple cuadro viral, que luego puede escalar a estadios más graves”, explicó la Presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), Florencia Cahn, (M.N. 114.399) quien además es especialista en clínica médica y enfermedades infecciosas.

El VSR es la primera causa de infección respiratoria aguda baja en la infancia: se estiman 33 millones de casos por año en niños menores de 5 años, con 3,6 millones de hospitalizaciones y hasta 100 mil muertes por complicaciones asociadas a esta infección. “El 95% ocurre en países de bajos y medianos ingresos y 45% ocurren en el hogar”, indicó la Dra. Cahn, siendo el 50% de ellas en bebés menores de 6 meses de edad.  Asimismo, se estima que más de 300 mil adultos mayores de 60 años son hospitalizados cada año a raíz de la infección causada por este virus. 

“Hay un punto importante, especificó Cahn, porque los efectos que puede tener este virus son a corto plazo y también a largo plazo, entonces también hay aumento de otitis media y neumonía, con el incremento en el uso de antibióticos. Como se sabe la resistencia antimicrobiana es uno de los desafíos en salud pública más importantes de estos tiempos”.

“A largo plazo la infección puede estar asociada a sibilancias recurrentes con hiperreactividad bronquial, con una función pulmonar reducida y eso conlleva a un aumento de la utilización de los servicios de salud.

En el caso de los adultos mayores, para tener noción de lo que significa la enfermedad en esta población, “aproximadamente, sostuvo la infectóloga, entre el 18% y 20% de los casos requiere internación con cuidados intensivos, 31% necesita atención después en el domicilio y 26% fallece dentro del año después de tener una hospitalización por VSR”.

El VSR tiene una cierta estacionalidad aproximadamente entre marzo, agosto y septiembre donde se observa la mayor cantidad de casos. Con la prevención se promueve el descenso de la mortalidad infantil y de adultos mayores y una disminución de la sobrecarga del sistema de salud todos los inviernos.

Gonzalo Pérez Marc (M.N. 110.813), médico pediatra e investigador principal del ensayo clínico de la vacuna para el VSR en Argentina, resaltó: “Dentro de los primeros 90 días de vida, la eficacia de esta vacuna aplicada a personas embarazadas para proteger a los bebés de la enfermedad severa por Virus Sincicial Respiratorio es de más del 82%. Y hasta los seis meses de edad, se sigue sosteniendo en un 70%, lo cual representa niveles de alta protección”. En el caso de los adultos mayores, también agregó que “el estudio arrojó un 85,7% de eficacia de la vacuna en mayores de 60 años con al menos tres signos o síntomas”.

Pérez Marc señaló que “con el VSR, se vacuna a la mamá, para que genere una respuesta que luego pasa al bebé quien así nacerá con los anticuerpos”. “¿Por qué no vacunar directamente al bebé? se preguntó el pediatra: la idea es que haya una transmisión de los anticuerpos de la mamá al bebé. Depende de cada vacuna, pero tomamos entre 14 a 28 días la respuesta inmunológica que hace la mamá” indicó.

El especialista, aclaró además que “la vacuna es segura y eficaz, tras los ensayos realizados en 240 centros de países como Estados Unidos, Canadá, Finlandia, Japón, Países Bajos, Sudáfrica y la Argentina. En nuestro país, con un total de más de 12 mil voluntarios, entre adultos mayores de 60 años y personas embarazadas.”

Los profesionales indicaron que “Argentina enroló más del 21% de los participantes. Es el segundo país que más aportó para este estudio”.

“Para evaluar la eficacia y seguridad en adultos mayores de 60 años, el estudio se hizo en 7 países con casi 39.000 participantes enrolados y sanos, con condiciones crónicas de salud pero estables y fueron randomizados uno a uno, es decir, con cada placebo, una vacuna. “

“Uno de cada 3 participantes tenía más de 70 años, estos datos son muy importantes a la hora de medir los resultados. Más de la mitad tenían alguna condición de riesgo”.

Cabe destacar que esta vacuna denominada “bivalente de prefusión F” estabilizada contra el VSR (RSVpreF)’ es la primera vacuna aprobada en el país para la prevención de las infecciones respiratorias –es decir, aquellas que afectan los pulmones y que pueden causar neumonía y bronquiolitis– producidas por el Virus Sincicial Respiratorio.

Enrique Casanueva, (M.N. 55.133) Médico infectólogo pediatra, Jefe Emérito y consultor del Servicio de Infectología Infantil del Hospital Universitario Austral, alerta que “muchos niños con bronquiolitis terminan necesitando internación con cuidados intensivos, lo que afecta también a sus familias y a los hospitales que se sobrecargan en temporadas de mayor circulación, como es el caso del otoño-invierno”. Y agrega “este virus es más que la bronquiolitis en sí misma: a mediano-largo plazo puede favorecer el desarrollo de hiperreactividad bronquial y asma, y en algunos casos severos también podría afectar al sistema cardiovascular, el sistema nervioso o, incluso, provocar hepatitis”.

Existen medidas de prevención cotidianas para ayudar a reducir la propagación del VRS y otras enfermedades respiratorias como lavarse las manos con agua y jabón frecuentemente, cubrirse con un pañuelo desechable al toser y estornudar, y permanecer en el hogar si estamos enfermos. Para quienes corren mayor riesgo de infección por VSR, la vacunación es una herramienta clave que, como menciona esta nota, ya se encuentra disponible.