FARMACITY: EL MINISTERIO DE SALUD NO SABE, NO CONTESTA

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Dentro de pocos días comenzará a regir la resolución 1632 del Ministerio de Salud, que impide la venta de golosinas, juguetes, pilas, yerba, galletitas y otros productos suntuarios en las farmacias.

La resolución que comenzará a regir a partir del 11 de marzo implica el fin de la farmacia “polirrubros” y perjudica, esencialmente, a Farmacity, que acudió a la justicia para frenar su aplicación y al mismo tiempo emprendió una profusa campaña publicitaria, defendiendo el derecho a vender barritas de cereales junto con medicamentos.

Del lado de enfrente, el Ministerio de Salud ingresó en una sorprende quietud, como si fuese un “tercero” en discordia y no el organismo que emitió la resolución y que debe fiscalizar su aplicación.

Los teléfonos han comenzado a sonar insistentemente en el Ministerio de Salud, en la medida en que se acerca el 11 de marzo, en pos de información sobre la aplicación de la resolución, que se vislumbra conflictiva.

Pero la “orden” del ministro de Salud, Juan Manzur, fue el silencio.

“Que responda la COFA” ha sido una de las instrucciones recientes el ministro, desligándose de la nueva normativa que, según parece, es una “guerra” entre Farmacity y  la Confederación Farmacéutica Argentina.

Algunos funcionarios del Ministerio de Salud admiten que, la cuestión de fondo, es la “lejanía” de Manzur cada vez mas enfocado en las internas peronistas de Tucumán y la delegación en los viceministros del “día a día” del ministerio.

“habla poco y habla con pocos”, reconocen en el Ministerio de Salud.

Para Manzur ha cambiado el escenario político de Tucumán, despues de los episodios de violencia de fin de año con su secuela de saqueos y muertos.

El sueño de Manzur es la gobernación de Tucumán y resignó dos mandatos como vicegobernador (en uso de licencia) para ocupar el Ministerio de Salud a pedido de la presidenta Cristina Fernández.

Pero el “dedo” del gobernador José Alperovich ya no alcanza para designarlo como su sucesor en 2015. Deberá trasladarse a su provincia y caminar pueblo por pueblo, barrio por barrio, en la construcción política que actualmente no posee.

En ese contexto, pelearse con Farmacity es un desafio que no le aportará votos. Incluso, le generará un enemigo más, para cuando tenga que armar su campaña política en Tucumán. Campañas que suelen ser costosas.

Igualmente, en el Ministerio de Salud advirtieron que la resolución será de aplicación obligatoria a partir del 11 de marzo y saldrán los inspectores a constatar su cumplimiento.

Farmacity ya acudió a la justicia. O sea, se viene otra batalla judicial, de las muchas que en los últimos años ha librado la cadena de farmacias con el Ministerio de Salud o con la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. 

Farmacity sostiene que la normativa 1632 fue “hecho a medida” para perjudicar a la cadena, que factura alrededor de dos mil millones de pesos anuales. Entre el 20 y el 30 por ciento, proviene de los alfajores, las barritas de cereales o los chocolates en barra.

Sin embargo, la resolución cuenta con el respaldo de la COFA, Fefara y la Cámara Argentina de Farmacias, que en definitiva son la mayoría en todo el país.  Los que están en la ciudad, en el  barrio, y en pueblos de mil habitantes.

Farmacity tiene varios litigios en curso y no sólo en la Ciudad de Buenos Aires. También ha judicializado la imposibilidad de desembarcar en la provincia de Buenos Aires y Santa Fe.

La resolución no se aplicará en Mendoza (las autoridades sostienen que ya aprobaron hace años una similar) en Misiones y Córdoba.

En Misiones, donde Farmacity tiene una cadena de farmacias, el Colegio de Farmacéuticos de la provincia trabajará con el Ministerio de Salud Pública a partir de febrero en la inspección de las farmacias con el fin de controlar y fiscalizar las bocas de expendido para combatir la venta de medicamentos ilegales o contrabandeados desde Paraguay,  que genera una competencia ilegal para los farmacéuticos de Posadas y la Triple Frontera.