MULTAS MILLONARIAS PARA MULTINACIONALES

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Un jurado de la ciudad de Lafayette (Louisiana), Estados Unidos, le impuso una multa combinada de 9 mil millones de dólares a los laboratorios Takeda de Japón y su socio Eli Lilly, por ocultar los riesgos de cáncer de vejiga asociado al consumo de un medicamento. A su vez, en Francia se inició una investigación contra Roche y Novartis por prácticas anticompetitivas, en un proceso judicial similar al que ya afrontan en Italia.

   La sentencia contra Takeda y Eli Lilly de la jueza Rebecca Doherty de Louisiana acusa a los dos laboratorios de ocultar los riesgo de Actos - cuyo principio activo es la pioglitazona- en los tratamientos contra la diabetes, al fallar a favor de uno de los 2.700 pacientes que están demandando a las multinacionales en los tribunales de Estados Unidos.

   Actos empezó a venderse en 1999 Estados Unidos y se calcula que aportó unos ingresos de 16 mil millones de dólares a Takeda hasta 2011, cuando comenzó a  competir con similares genéricos. En su mejor año, 2008, facturó 3.850 millones de dólares en territorio norteamericano.

  Miles de demandas similares contra Takeda y Eli Lilly están aún en trámite en los Estados de Nevada e Illinois que,  de repetirse una sentencia análoga, incrementarán el monto de la multa que deberán abonar las farmacéuticas, con mayor carga financiera para la japonesa Takeda.

   La multa es la séptima mayor impuesta por un jurado de Estados Unidos  a una gran corporación y supera la que se le aplicó a ExxonMobil por la catástrofe  ambiental causada por el buque tanque Exxon Valdez, al derramar su cargamento de petróleo en una bahía de Alaska.

  Pero lo más probable es que se reduzca sustancialmente, por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Estados Unidos que ha fijado como criterio que las multas debe ser proporcionales al daño.

  Es así que la multa contra ExxonMobil quedó reducida a 500 millones de dólares, frente a los 5 billones de la condena inicial en favor de miles de pescadores y pobladores de Alaska.
  Las agencias sanitarias de Alemania y Francia suspendieron la venta de Actos en 2011, por sus riegos de cáncer. A partir de esas resoluciones en Europa, la FDA de Estados Unidos lanzó una advertencia similar.

  Los abogados de los pacientes que iniciaron la demanda esperan que los ejecutivos de la compañía japonesa “escuchen ahora lo que dice el jurado en Estados Unidos y no pongan los beneficios y su negocio por delante de la salud”.

"Yo espero que los ejecutivos de Takeda en Japón escuchen claramente lo que este jurado ha dicho", declaró Mark Lanier, abogado de Terrence Allen, uno de los afectados por tomar el medicamento contra la diabetes Actos.

  El jurado de Lafayette ya había reconocido una indemnización de 1,5 millones de dólares a Terrence Allen, que culpa al medicamento de haberle provocado un cáncer de vejiga.

   Allen fue diagnosticado con cáncer de vejiga en enero de 2011 y estaba utilizando el medicamento Actos desde 2004.

  En su demanda, Allen alegó que Takeda ocultó información porque era consciente de la relación entre su medicamento  Actos y el cáncer de vejiga desde hacía una década.
  Pero la farmacéutica Takeda se propone demostrar que actuó “de forma responsable” al informar al público sobre los riesgo asociados al tratamiento Actos y anticipó su intención de “desafiar enérgicamente este fallo a través de todos los medios legales disponibles”.
  Eli Lilly también considera que Actos es una opción segura para el tratamiento de la diabetes de tipo 2 y añadió que las evidencias aportadas durante el proceso “no apoyan la causa de los demandantes”.

  "Tenemos empatía por Allen, pero creemos que las evidencias no apoyan un hallazgo de que Actos causó su cáncer de vejiga”, coincidió Takeda en un comunicado.
   El caso de Allen es el primero de los 2.700 juicos pendientes con alegaciones similares contra Takeda. Un jurado de California en mayo de 2013 ya había condenado a pagar 6,5 millones de dólares en daños y perjuicios a un paciente que presentó reclamos contra la farmacéutica japonesa por un cáncer de vejiga, pero un juez revocó la sentencia y desestimó la reclamación.

   La japonesa usó a Eli Lilly como socia para poder comercializar Actos en Estados Unidos, Canadá y México.
   La pioglitazona es un fármaco ‘muy potente’ contra la diabetes, afirmó Manel Mata, de la Red de Grupos de estudio de la Diabetes en Atención Primaria de la Salud (RedGDPS). Pero, tiene unas indicaciones muy precisas, y actualmente sólo lo toma menos del 1% de los diabéticos.

El jurado de la ciudad de Lafayette, ordenó que la empresa japonesa Takeda, con sede en Osaka, pague 6.000 millones de dólares de la multa, en tanto que su socia Eli Lilly, con sede en Indianápolis (Indiana) recibió un castigo de 3.000 millones.

 El gobierno francés, por su parte, inició una investigación contra Novartis y Roche por prácticas monopólicas ligadas a tratamientos para enfermedades oftalmológicas, a semejanza de las acusaciones similares que ambos laboratorios suizos afrontan en Italia.

   Las farmacéuticas suizas enfrentan investigaciones regulatorias en Italia y Francia por la venta de medicamentos para el tratamiento de la degeneración macular asociada con la edad (DMAE), una de las principales causas de ceguera en los ancianos.

  La investigación en Francia fue ordenada por la Autorite de la Concurrence (La Autoridad de la Competencia), que defiende a los consumidores de los abusos de mercado, luego de detectar procedimientos similares a los utilizados en Italia.

  La Autorità Garante della Concorrenza e del Mercato (AGCM) de Italia, denunció en marzo pasado que las firmas conspiraron para evitar que los médicos recetaran el medicamento oncológico Avastin de Roche para la DMAE en lugar del más costoso Lucentis, comercializado por Roche y Novartis.

  Las autoridades italianas le aplicaron una multa  de 182,5 millones de euros (254,2 millones de dólares) a los dos laboratorios, que además afrontar procesos judiciales iniciados en Torino y Roma.

  Portavoces de Roche y Novartis confirmaron que las autoridades francesas comenzaron una investigación por los tratamientos para la enfermedad ocular y dijeron que cooperarían plenamente, pero al mismo tiempo negaron las imputaciones, tal como hicieron en Italia.

  "Roche confirma que no hay un acuerdo entre Roche y Novartis que restrinja a la competencia", aseguró la farmacéutica a través de un comunicado de su casa matriz.