LILLY MULTADA EN BRASIL Y SOVALDI RECHAZADO EN CHINA

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Eli Lilly deberá pagar una multa de 11 millones de dólares en Brasil por haber montado una “farsa” judicial en ese país,  con el afan de extender la exclusividad para su medicamento oncológico Gemzar,  mientras que China rechazó la patente de Sovaldi solicitada por Gilead y dejó abierta la  posibilidad de la fabricación de genéricos.

La multa a Eli Lilly fue aplicada por el Consejo de administración de Defensa Económica (CADE), el organismo brasileño que supervisa el cumplimiento de  las leyes antimonopolio, que acusó al laboratorio de haber presentado demandas judiciales “contradictorias y engañosas” en 2007 y 2008, con el propósito de “vulnerar el derecho de la competencia, tratando de extender injustamente el derecho a comercializar en exclusiva su fármaco para  otros fines terapéuticos”.
CADE aplicó la multa luego de confirmar que  Lilly "omitió información relevante" en su solicitud de patente. Las omisiones se refiere a un cambio en el alcance de la patente, que fue inicialmente relacionado exclusivamente al proceso de producción para el ingrediente activo en la droga gentcitabina.
La multinacional Eli Lilly también omitió información relevante durante el proceso administativo iniciado ante el Instituto Nacional de Política Industrial. En conclusión, para CADE “Lilly obtuvo injustamente un monopolio a partir de julio de 2007 hasta marzo de 2008”.
"El demandado practicó litigios simulados mediante la presentación de una demanda en contra de la Agencia de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) con el fin de obtener los derechos exclusivos sobre las ventas de Gemzar", afirmó Ana Frazao, comisionada de CADE, en un comunicado.            
Lilly consiguió entorpecer la aparicición de  competidores genéricos, pues CADE aseguró que “al menos a  un fabricante de medicamentos genéricos se le prohibió la venta de un medicamento utilizado para tratar otros tipos de cáncer, a pesar de que la patente Lilly sólo está relacionada con la comercialización de los medicamentos utilizados para tratar el cáncer de mama” .
"Lilly está en total desacuerdo con esta decisión administrativa [y] cree que cumplió plenamente con la ley en relación con este asunto en todo momento, y está a la espera de apelar a la corte", afirmó una vocera del laboratorio al Wall Street Journal.
"Lilly ha estado operando en Brasil desde hace más de 70 años y siempre ha respetado la legislación local, la libre competencia, las comunidades médicas y científicas y sus consumidores", aseguró la multinacional.
El CADE de Brasil el año pasado multó a Merck alemana en 1.800.000 dólares por conspirar con distribuidores de medicamentos contra los  fabricantes de medicamentos genéricos. El  laboratorio rechazó los cargos.
 Pero no todas han sido malas noticias en los últimos días para Lilly, pues ganó en Reino Unido la batalla por la exclusividad de la patente de su oncológico Alimta para el cáncer de pulmón, ya que un tribunal londinense lo reconoció la exclusividad hasta junio de 2021, fallo que también será aplicable en Francia, Italia y España.
Lilly recaudó el año pasado  alrededor de 500 millones de euros en los paises en los que se aplica el fallo por las ventas de Alimta y en consecuencia gozará de este beneficio durante otros siete años más de exclusividad.
El fallo no se aplicara en Alemania donde, por el contrario, un tribunal de apelaciones falló a favor de una versión genérica de Alimta que comercializa Actavis, laboratorio estadounidense pero radicado en Irlanda.
Gilead a su vez sufrió un revés en China donde rechazaron una patente para su medicamento Sovaldi contra la hepatitis C, por no considerarla suficientemente innovadora, dejando abierta la puerta para la aparición de versiones genéricas.
El laboratorio estadounidense se prepara para librar una batalla legal por la patente de Sovaldi en China, anticiparon los voceros de la empresa, al notificarse del rechazo emanado de las autoridades reguladoras de Pekin.
Gilead aseguró que el rechazo de la patente está referido al formato en profármaco de Sovaldi (sofosbuvir), es decir, cuando el medicamento está en forma inactiva, para luego convertirse en un compuesto químicamente activo en el cuerpo humano.
En consecuencia, para el laboratorio  no ha sido habilitada la fabricación de versiones genéricas, tal como sostienen organizaciones sociales que alientan una campaña internacional contra la patente de Sovaldi.
“Ahora, la protección de la patente se debilita considerablemente”, afirmó Tahir Amin, director de la Iniciativa de Medicamentos, Acceso y Conocimiento (IMAK), que ya había saludado en enero pasado la decisión de India de no conceder la patente de Sovaldi, por motivos similares a los de China.
IMAK también motorizó una campaña contra Sovaldi en Brasil, donde Gilead ofreció el medicamento con un descuento de 7.500 dólares, sobre el precio total del tratamiento que oscila en 84 mil dólares.