EL CONVENIO PAMI NO CIERRA NI CON FORCEPS

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El tiempo se acaba para el convenio PAMI. En las actuales condiciones no cierra en números para ninguno. Ni con  fórceps. No cierra para la industria. No cierra para los farmacéuticos y ahora tampoco cierra para Carlos Regazzoni, el titular de la obra social de los jubilados, que se queja de los aumentos. Solo una decisión política puede encauzar las negociaciones.

“Aquí la cuestión es la decisión política que adopte el gobierno. O decide pagar o restringe el consumo de los medicamentos que entrega a los jubilados. Claro, esta última decisión tiene un costo político que hay que asumir”,  coincidieron voceros de la industria y de los colegios farmacéuticos, ante el monto de la deuda que ha crecido desde comienzos de año, abultando “la pesada herencia” de la gestión kirchnerista.

El jueves pasado, en vísperas del feriado largo, el PAMI pagó 519 millones de pesos como para calmar a los farmacéuticos que habían declarado un corte de las prestaciones ante la imposibilidad de seguir financiando la deuda de alrededor de 2 mil millones de pesos.

Pero, el monto total adeudado por el PAMI a la industria ese día era de 4.750 millones de pesos, con una demora acumulada de más de treinta días. O sea, alrededor de 440 millones de dólares.  

Además, por la nueva cápita unilateral impuesta por Regazzoni, el PAMI decidio pagar todos los meses 1.800 millones de pesos. Cifra que contiene un incremento con relación a los 1.640 millones de pesos que abonó el mes anterior.  Un gesto para negociar.

Sin embargo, la industria factura al PAMI entre 2.500 y 2.700 millones de pesos mensuales. Una diferencia sin retorno y sin puentes que acerquen a las partes. La solución sería reducir las entregas de medicamentos de acuerdo a lo que pague el PAMI.

Pero, reducir las entregas es un tema sensible y que el PAMI puede utilizar “para tirarnos a la gente en contra”, admitieron. De hecho, Regazzoni ha dicho públicamente que el PAMI no puede financiar “los aumentos de precios de los medicamentos”, cuando en realidad la cuestión de fondo es la sustantabilidad del convenio vinculada a sus presupuestos.    

Y al mismo tiempo, hay una deuda de alrededor de 2.000 millones de pesos que reclaman los colegios farmacéuticos, que no adoptaron una posición homogénea sobre el corte de las prestaciones. Por ejemplo, FEFARA tomó distancia de una decisión amasada y explicitada por la COFA.

Algunos dirigentes farmacéuticos –y también de las cámaras empresarias- especulan que en realidad es Mario Quintana, ex Ceo de Farmacity y coordinador del equipo económico del gobierno, quien planifica la ofensiva contra la industria a través de esos recortes compulsivos en el convenio y que, al final del recorrido,  provocarán el desfinanciamiento de los laboratorios, especialmente nacionales.

Pero también, en la rodada arrastrará a las farmacias. “De seguir esta situación solo quedarán las cadenas con espaldas para financiar los atrasos del PAMI”, alertaron desde el Colegio de Farmacéuticos de Capital Federal.

Si las relaciones entre el PAMI, la industria y los farmacéuticos pasan por el peor momento de los últimos años,  por el contrario avanzan las negociaciones por la canasta de “medicamentos cuidados” con precio congelados hasta fin de año.

Esta semana las cámaras presentarán los listados depurados de los medicamentos que cubrirán los 150 principios activos solicitados por la Secretaria de Comercio,  con la que mantienen una excelente y fluida relación, aseguran.

Pero esa canasta de medicamentos cuidados tendrá escaso efecto en la cobertura que ofrece el PAMI.

Regazzoni sostiene que "no se puede pretender que PAMI pague aumentos que no podemos afrontar" y que los farmacéuticos "tienen que poner el hombro". Argumento que sin duda repetirá esta semana cuando reciba a los colegios farmacéuticos COFA y FEFARA.

"Lo que no puede pagar (Regazzoni) es el convenio que firmó hace menos de noventa días y cuando dice que no puede pagar, en realidad está pidiendo que alguien lo ayude”, analizaron voceros de la industria.  El destinatario de ese pedido urgente será el presidente Mauricio Macri?.  

“Cortar el servicio no es una  medida de fuerza,  es consecuencia de la realidad”, explicaron voceros del Colegio de Farmacéuticos de la Ciudad de Buenos Aires. “La verdad es que no no podemos reponer las insulinas, que es un tema muy sensible”, subrayaron.

“Una parte sustancial de este problema se centra en la provisión de Insulinas y Tiras Reactivas, productos imprescindibles para la población de pacientes diabéticos del PAMI, que han entrado desde enero del presente año en una creciente deuda que significa para las farmacias no haber cobrado aún productos entregados sin cargo a los jubilados en febrero pasado”, afirmó la COFA.

“Es decir, insulinas o tiras reactivas que la farmacia compró, pagó y entregó en febrero al paciente jubilado, hoy en junio, 100 días después, aún no ha cobrado”, señaló la entidad.

“Por estos segmentos de Tiras e Insulinas el PAMI ha acumulado una deuda nueva con las farmacias, desde el mes de enero a la fecha, del orden de los 600 millones de pesos”, explicó la confederación farmacéutica.

La COFA analizó que “el problema se agudiza aún más ya que por la prestación de medicamentos habituales y de entrega al 100% a los jubilados, el PAMI adeuda a las farmacias una suma aproximada a los 1.200 millones de pesos, lo que hace una deuda global cercana a los 2.000 millones de pesos que mantiene el Instituto con las farmacias prestadoras de todo el país”.

Las autoridades del PAMI “han escuchado nuestros reclamos y nuestro claro planteo del estado de situación, pero no hemos encontrado ninguna solución, por el contrario, si realizamos una proyección a corto plazo del problema podemos avizorar un agravamiento aún mayor de este panorama, lo cual directamente hará imposible continuar con la prestación de medicamentos a los jubilados, ya que actualmente el Instituto dispone de un presupuesto para medicamentos sustancialmente menor a la facturación que se le presenta  mensualmente por la entrega de la medicación a sus afiliados”.

“Durante el mes de mayo que acaba de terminar la deuda del PAMI con las farmacias se incrementó en 120 millones de pesos”, señaló en un comunicado.

“Si bien son las farmacias las que siguen poniendo su esfuerzo financiero y económico para proveer de medicación a los pacientes jubilados, este esfuerzo tiene un límite, y ese límite es la propia sustentabilidad económica de la farmacia, su existencia misma”, subrayó el comunicado de la COFA.

“Ante las limitaciones presupuestarias argumentadas por el PAMI, que no alcanzan para cubrir el actual consumo mensual de medicamentos de parte de sus afiliados, lo que impide no solo que se pague la deuda con las farmacias sino que genera un incremento sostenido de ella, es que apelamos a que el Gobierno nacional acuda en auxilio económico del Instituto para dar una solución a este gravísimo problema que afecta a las farmacias y que ineludiblemente afectará a los jubilados en una de sus más esenciales necesidades que es la preservación de su salud”, alertó la COFA.

En consecuencia, “nos enfrentamos las farmacias a una situación de extrema gravedad que requiere de una toma de conciencia de parte de las autoridades, de su rápida respuesta y de definir cuál es la prestación de medicamentos que se pretende para nuestros compatriotas jubilados, con la debida calidad para el paciente y en un marco de sustentabilidad para las farmacias”.