PAMI: CAMINANDO POR LA CORNISA

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PAMI sintió el cimbronazo cuando las cámaras industriales dieron por extinguido el contrato y en una rápida reacción las convocaron para reiniciar las negociaciones durante esta semana.  La ruptura definitiva es por ahora impensada pero, también es cierto, que los protagonistas están caminando por una cornisa y sin red de protección.

Sergio Cassinotti, el actual director del PAMI, se propone instrumentar un nuevo estilo de negociaciones, cámara por cámara e incluso segmento por segmento.  Los oncológicos por un lado, los ambulatorios por el otro.

Algo parecido ocurrió en el último tramo del gobierno de Cristina Fernández cuando, luego del desplazamiento de Guillermo Moreno de la Secretaría de Comercio, su sucesor, Augusto Costa, optó por citar las cámaras farmacéuticas por separado, nada de bloque.

Cassinotti en estas negociaciones tiene el apoyo de los colegios farmacéuticos, explícitamente o mediante contactos informales. Pero sin la industria no hay convenio que pueda seguir vigente.

Al margen de las formas, la cuestión de fondo es la continuidad del Convenio PAMI que hoy está caminando por la cornisa y aunque nadie lo quiere empujar al abismo, a veces alcanza una ráfaga de viento para caerse de las alturas.

“Ellos no esperaban nuestra reacción dando por caído el convenio.  Y están asustados por eso quieren comenzar de nuevo las negociaciones”,  señalaron los voceros de la industria que se sienten fortalecidos después del impacto de su comunicado conjunto fijando como fecha límite hasta fines de junio para seguir otorgando descuentos a los jubilados.

En este tema también hay cuestiones interpretativas en el tamiz de los medios de comunicación. El dueño de un importante laboratorio nacional se sintió ofuscado por un titular de Clarín.com y replicó que el convenio se caía “en cumplimiento por lo dispuesto por las autoridades del instituto, que dio por finalizado el contrato, y dejó sin cobertura a 5 millones de afiliados”.

En cuanto a la negociación por segmento, voceros de la industria aseguraron que no hay intenciones de ningún laboratorio de “sacar los pies del plato” porque “no son tontos” y saben que “juntos tendrán más fuerza para negociar”.

Los laboratorios de oncológicos –dominados por las multinacionales- tendrán que negociar en conjunto, no existe la posibilidad de que los traten de dividir con propuestas diferenciales”, explicaron.

PAMI había apostado fuerte - al rescindir el último Convenio -  a forzar más descuentos y en un documento enviado a las cámaras proponía un nuevo esquema. 

En ese esquema el gasto en medicamentos no debía superar el 25 por ciento del ingreso del PAMI y las bonificaciones debían incrementarse a 14 por ciento cuando superara la barrera de los 2.600 millones de pesos mensuales y a 18 por ciento por encima de los 2.800 millones de pesos.

A cambio, el PAMI prometía un nuevo empadronamiento de los afiliados con patologías de alto costo, rectas electrónicas para oncólogos, reglas sobre cantidad de recetas por paciente y por médico y fortalecer las auditorias, esta última una promesa que se repite con las diferentes gestiones.

"El tema es que en PAMI quieren regalar los remedios pero no pagarlos”, se quejó un vocero de la industria.

Algunos colegios farmacéuticos salieron en respaldo de Cassinotti como en el caso del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB) o buscaron diferenciarse colocándose del lado del jubilado desde el contrato social, como FEFARA.

Manuel Agotegaray, titular de FEFARA, afirmó a Pharmabaires que “para nosotros es impensable que los afiliados al PAMI no tengan medicamentos” y resaltó que“nosotros tenemos un contrato social” con los jubilados.

Agotegaray había pronosticado a Pharmabaires que el último convenio firmado por Carlos Regazzoni con la industria iba a tener una duración efímera de no más de tres meses, pronóstico que finalmente se cumplió,  aunque no se vanagloria de haber anticipado la crónica de una muerte anunciada.

“Nosotros estamos expectante y queremos diferenciar a quien gerencia, en este caso a la industria,  de las demandas y necesidades de nuestros jubilados”, reclamó.

Así también, pidió a la industria que “diferencie sus roles como gerenciadora del convenio y como fabricante de medicamentos para toda la población”.

“Nosotros no tenemos opción y con este convenio o con uno nuevo, hay un contrato social más allá de quien gerencia”, completó el presidente de FEFARA.

Marcelo Peretta, titular del  Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB), afirmó que “los laboratorios de CILFA y CAEME den por caído el convenio con PAMI es una clara medida extorsiva que queremos denunciar desde nuestro sindicato”.

“PAMI planteó un esquemas prudente y accesible a sus  posibilidades y a necesidades de los afiliados y de pago adecuado a los prestadores “, analizó Peretta.

El dirigente dijo que “esta es la oportunidad de renegociar un nuevo convenio con la participación de todas las partes ya que ahora todos dicen que no están conformes, ni la conducción del PAMI, ni los afiliados, ni los prestadores”.

Guillermo  Moreno,  en un programa de televisión, apuntó a que en este conflicto del PAMI se mueve detrás de bastidores el vicejefe de Gabinete Mario Quintana,  al revelar que durante su gestión le propuso un esquema en el que desaparecían las farmacias “chicas”  a las que consideraba “inviables” y pedía la apertura de las importaciones de medicamentos desde India para distribuir a través de su cadena Farmacity.

“Lo tuve que parar cuando vino a mi despacho con este esquema”, afirmó Moreno, compartiendo básicamente la opinión de diferentes actores de la cadena de comercialización, desde los laboratorios a las farmacias, sobre la supuesta injerencia de Quintana.