SOUTH CENTRE: EL RIESGO DEL “NACIONALISMO” DE LA VACUNA Y DE LAS ASIMETRÍAS ENTRE REGIONES

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La urgencia por inmunizar a sus respectivas poblaciones podría desviar a los gobiernos hacia un “nacionalismo de vacunación” por la escasez de dosis en la primera etapa de fabricación que, previsiblemente, demorará el acceso asequible para los países menos desarrollados, advierte el experto argentino Francisco Colman Sercovich.

En la lista de actores claves en esta carrera por acceder primero a las vacunas y tecnologías COVID 19, Colman Sercovich incluye a “los políticos con problemas éticos que intentan abrirse camino al frente de la cola a expensas de las naciones y comunidades más pobres y vulnerables”.

La humanidad tiene la expectativa de que “una vacuna distribuida de manera rápida y universal promete prevenir futuros brotes de enfermedades. Sin embargo, muchos obstáculos científicos, económicos y distributivos se interponen en el camino”, alerta el autor en un ensayo publicado por South Centre.

Por ejemplo, la actitud de los gobiernos que compran por anticipado millones de dosis de vacunas y refuerzan sus monopolios de mercado, constituye un “enfoque nacional” que “desplaza los esfuerzos verdaderamente globales hacia una vacuna ampliamente producida y distribuida de manera rápida, asequible y equitativa, accesible para todos”.

Colman Sercovich, profesor de Políticas de Innovación Tecnológica de la UBA y prolífero autor de libros sobre control extranjero y propiedad intelectual, expone en su análisis el estrecho corredor por donde se pueden deslizar los gobiernos porque se necesitarán un mínimo de quince mil millones de dosis, “junto con toda la gama de insumos complementarios (por ejemplo, viales, agujas, jeringas, equipamiento e infraestructura logística, particularmente cadenas de frío)”, cuando comience la carrera por la vacunación global.

Entonces, el "nacionalismo de vacunación" generalizado en el mundo sugiere que “la escasez de una vacuna en los países en desarrollo durante períodos sustantivos no puede descartarse en absoluto”, alerta el autor.

El panorama expuesto por Colman Sercovich surge de los antecedentes que dejaron al descubierto que “los mercados de los países más pobres, los más afectados por las pandemias anteriores hasta el momento, no son lo suficientemente rentables para que las multinacionales basadas en países ricos justifiquen participar en la I + D” de vacunas y tecnologías COVID 19.

“Con el fin de no solo acortar los tiempos, sino también, quizás en su mayor parte, para garantizar la capacidad de producción nacional y el control de los derechos de propiedad intelectual, hay un reconocimiento evidente de las fallas del mercado involucradas y la consiguiente necesidad de intervención pública, aunque a menudo teñidas por un nacionalismo de mente estrecha”, opina el autor del ensayo publicado por South Centre.

También la pandemia COVID 19 trajo como novedad que “por primera vez en la memoria viva, a los países ricos les ha ido peor que a los países de bajos y medianos ingresos durante la fase inicial de una pandemia global”, compara en Coronavirus pandemic: the vaccine as exit strategy A GLOBAL HURDLE RACE AGAINST TIME WITH A SPLIT JURY”.

Colman Sercovich alerta que “como resultado del impacto dañino de la pandemia y las consecuencias de la política resultante, el mundo corre el riesgo de desaprovechar los logros apenas logrados en la lucha contra la pobreza en las últimas décadas, un escenario inminente de fracaso atroz de la gobernanza global, en vista de las ocho llamadas cercanas recibidas recientemente (tres epidemias de gripe o epidemias cercanas a la gripe, dos episodios de Sars, un episodio de Mers, Zika y Ébola)”.

Esta situación solo resalta el valor y la oportunidad de los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varios gobiernos, así como de agentes no estatales como fundaciones y otras organizaciones de la sociedad civil y sin fines de lucro, que se han adherido al principio de que una vacuna debe concebirse como un bien público mundial y actuar rápidamente sobre ella”, propone el profesional argentino.

Pero ese enfoque conlleva asimetrías de mercado pues la peor parte de la pandemia en términos de mortalidad se encuentra entre los que ofrecen el mercado más rentable para la industria farmacéutica.

“Esta circunstancia, junto con las rivalidades nacionales, está conduciendo a la segmentación del mercado y a las políticas de precios escalonadas por parte de las multinacionales farmacéuticas, como lo confirma el diseño de acciones que ya están en marcha para la comercialización de las futuras vacunas y terapias relacionadas con Covid-19”, avisa en el ensayo.

Colman Servovich vislumbra que “es probable que este entorno enrarecido aumente la necesidad, ya sentida y aplicada en tiempos más "normales", en relación con varias drogas, para que los países en desarrollo recurran a las flexibilidades contempladas en el Acuerdo de Comercio de la Organización Mundial del Comercio (OMC) Aspectos relacionados de los derechos de propiedad intelectual (ADPIC) y sus anexos y enmiendas, debido a emergencias de salud pública, es decir, uso gubernamental y licencias obligatorias”.

“Por lo tanto, los países en desarrollo pueden permitir que los fabricantes de genéricos produzcan la vacuna a precios asequibles en el país o por otros países que tienen las capacidades necesarias” y “las licencias voluntarias no exclusivas tampoco deben descartarse”, concluye.

Ensayo completo: https://www.southcentre.int/wp-content/uploads/2020/07/SouthViews-Sercovich.pdf