Con un acuerdo entre el gobierno y las prepagas homologado por la justicia luego de una tensa negociación de más de 12 horas, en el juzgado del juez Juan Stinco, se decidió que las empresas de medicina privada devuelvan lo que cobraron demás (es decir por encima de la inflación) en doce cuotas, volviendo a darles a quienes se fueron del sistema por las altas cuotas, la posibilidad de volver a afiliarse nuevamente.

Pero la pata inesperada del acuerdo es la liberación de los precios de las cuotas para dentro de poco más de 30 días, para julio, con importes que sin estar bajo el paraguas del índice inflacionario IPC, no se sabe hasta dónde podrían escalar o hasta dónde toda la situación podría volver a fojas cero, cuando a partir del decreto 70/2023 que desreguló la economía, las compañías aumentaron en forma disparatada el monto de sus cuotas provocando una denuncia de cartelización por parte del gobierno promovida desde la secretaría de Comercio y la actuación de la Superintendencia de Servicios de Salud solicitando una medida cautelar.

Fue justamente en el juzgado de Stinco donde se dieron cita, la secretaría de Comercio y la SSS por un lado, frente a más de 40 prepagas, donde se decidió que para el reintegro , se calculará en cada mes la diferencia entre el porcentaje de aumento y el que hubiese correspondido de acuerdo a la inflación restando esta suma de la cuota a pagar por los usuarios. El monto a retornar se actualizará por la tasa pasiva del Banco Nación y como se mencionó se devolverá en el término de un año.

Se podrán, además reincorporar sin multas, ni restricciones y en un pie de igualdad con el resto de los afiliados, aquellos que se hayan ido de baja por el aumento de las cuotas.

Pero la pregunta del millón es cuál va a ser el comportamiento de las empresas si nuevamente se les permite establecer arbitrariamente el valor de las cuotas para afiliados, muchos de los cuales no tienen otra alternativa que quedarse donde están siendo como una suerte de rehenes: Personas de más de 50 años con enfermedades preexistentes o jubilados que no resultan atractivos comercialmente.

A solo algunos meses del brutal aumento de los precios de las prepagas, que desataron una crisis sin precedentes en el sistema de salud que terminó en la justicia, se podría inferir que el gobierno nacional, que actuó como parte interesada en este conflicto se mantendrá vigilante a los efectos de no tolerar altos aumentos que empujen el índice inflacionario más allá de lo deseado. Aunque por ahora esto es una especulación. Habrá que ver la hora de la verdad, o sea cuando desde julio comiencen a llegar las facturas con las cuotas ya liberadas.