MERCK Y SUS 95 AÑOS EN ARGENTINA: EL CUMPLEAÑOS DE UN LABORATORIO HISTÓRICO

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La compañía alemana celebra casi un siglo en el país consolidando su rol clave en biotecnología, salud y ciencias de la vida. Inversiones sostenidas, compromiso con la ciencia local y un modelo de negocios que combina tecnología, sustentabilidad y talento argentino.

En un contexto donde la ciencia, la salud y la innovación tecnológica ganan cada vez más protagonismo en la agenda productiva, Merck —la multinacional alemana con más de 350 años de historia— celebra 95 años de presencia ininterrumpida en la Argentina. El hito no solo marca una trayectoria, sino también un modelo de negocios que ha sabido adaptarse, invertir y liderar en un mercado tan desafiante como el local.

Desde su fundación en el país en 1930, Merck se transformó en una de las compañías de ciencia y tecnología más relevantes de la industria farmacéutica y química nacional. Hoy opera a través de tres unidades estratégicas: Healthcare, Life Science y Electronics, con un foco creciente en biotecnología, terapias especiales y tecnologías científicas de última generación.

Ciencia y salud con sello argentino

"Más allá de nuestras raíces internacionales, llevamos 95 años siendo parte de la Argentina, empleando talento local, desarrollando soluciones innovadoras y apoyando la ciencia nacional", destaca Marcelo Ponte, Director General de Merck Argentina.

El vínculo con el país, sin embargo, comenzó incluso antes: ya a fines del siglo XIX, productos Merck llegaban a la Argentina de la mano de inmigrantes alemanes. Pero fue en 1930 cuando la empresa fundó oficialmente Merck Química Argentina.

 La compañía atravesó tiempos complejos: Durante la Segunda Guerra Mundial, la filial argentina pasó a estar administrada por el Estado, hasta que en 1958 la familia fundadora la recompró en una subasta pública. Ese hecho marcó el renacer de un proyecto que, con el tiempo, se consolidó como referente del sector farmacéutico y químico nacional.

A nivel local hubo hitos clave y entre ellos, se destaca la compra del predio de Ezeiza en 1980, donde hoy funciona el centro logístico de Life Science; el traslado de sus oficinas centrales a Saavedra en 2005; y una serie de adquisiciones globales que reforzaron su operación en el país: Serono (2006), Millipore (2010) y Sigma Aldrich (2015).

Inversión, innovación y sustentabilidad

En los últimos años, Merck no solo consolidó su operación local, sino que profundizó su compromiso con la innovación sustentable. Desde 2020, llevó adelante inversiones en infraestructura y energías limpias, como la instalación de paneles solares en su centro logístico de Carlos Spegazzini, que permiten reducir un 50% el consumo eléctrico y evitar la emisión de unas 350 toneladas de CO₂ por año.

Además, la empresa sostiene una agenda de innovación abierta que incluye un acuerdo público-privado con el CONICET para el desarrollo del Premio Merck-CONICET de Innovación en Ciencias de la Salud, destinado a apoyar startups y proyectos científicos con potencial transformador.

Un negocio con impacto directo en la salud

La unidad de Healthcare de Merck en Argentina está enfocada exclusivamente en medicamentos biotecnológicos de alta complejidad para el tratamiento de enfermedades como cáncer colorrectal, cáncer de cabeza y cuello, esclerosis múltiple, infertilidad y desórdenes de crecimiento, entre otras. Se trata de un segmento que exige innovación constante, altos estándares de calidad y un vínculo fuerte con el ecosistema científico y médico local.

En paralelo, Life Science abastece a un amplio espectro de industrias con tecnologías para laboratorios, biotecnología, diagnóstico, alimentos y petroquímica, consolidando una presencia transversal que supera el ámbito estrictamente farmacéutico.

Cultura, compromiso y visión a largo plazo

A nivel interno, Merck promueve una cultura de trabajo inclusiva, diversa y colaborativa, con foco en el desarrollo del talento. En línea con sus valores globales, también impulsa programas sociales junto a organizaciones como Fundación Manos Abiertas y Fundación Sí, acompañando a comunidades en situación de vulnerabilidad.

"Celebrar 95 años en Argentina es mucho más que mirar hacia atrás: es reconocer el camino recorrido y proyectarnos hacia el futuro", señala Ponte. Y ese futuro —marcado por los desafíos de la salud, la ciencia y la tecnología— parece tener a Merck como protagonista.

Aunque suene paradójico, Merck se define a sí misma como una “startup” de tres siglos y medio. Desde su fundación en 1668 en Darmstadt, Alemania, la curiosidad y la exploración científica fueron su motor. Hoy, esa misma filosofía guía su operación en Argentina, con una visión clara: transformar la ciencia en verdadero progreso humano.