El convenio PAMI toca fondo y la industria está preocupada
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La renovación del convenio PAMI se aproxima y para la industria solo se vislumbra incertidumbre. Algunos laboratorios medianos y pequeños planifican reducir personal a causa de un convenio que se ha tornado leonino. Y para el 2017, quieren más ajuste.
Carlos Regazzoni, el titular del PAMI, ya se ha reunido con los directivos de las tres cámaras empresarias con la finalidad de renovar el convenio PAMI, pero de las reuniones, sus interlocutores se han llevados sensaciones aciagas.
“Regazzoni quiere reducir el gasto de forma violenta pero al mismo tiempo no controla nada”, se quejaron directivos de la industria, al término de la última reunión.
Un ejemplo: Regazzoni prometió reducir el consumo de medicamentos incluidos en la resolución 337, que en junio era de 7 millones de unidades mensuales a solo 3.700.000 para fin de año. Pero todavía es de 6.500.000 unidades.
En términos económicos, la industria debe proporcionar a los afiliados del PAMI medicamentos por alrededor de 3.000 millones mensuales. Pero Regazzoni solo paga hasta 1.850 millones.
La ecuación arroja que los laboratorios se están haciendo cargo del 60 al 70 por ciento del precio del medicamento que entregan al PAMI.
“Por culpa del PAMI hay laboratorios pequeños y medianos que están por reducir gente”, advirtió el dueño de un laboratorio mediano nacional durante una de las reuniones con el titular del organismo.
“Nosotros somos un laboratorio grande, pero igual tenemos una situación muy complicada”, agregó otro directivo de un laboratorio nacional, que figura entre los diez de mayor venta en el país.
Además, el PAMI no había pagado hasta fines de la semana pasada la última cuota de 1.250 millones de pesos de la deuda consolidada y no habla de reconocer como deuda el excedente de medicamentos - a partir de 1.850 millones de pesos- que desde mediados de año está entregando la industria a los afiliados del organismo en virtud de la Resolución 337.
Regazzoni quiere que el nuevo convenio con ajustes drásticos esté redactado para el primero de diciembre. Desde la industria dicen que firmar lo que propone el funcionario sería un suicidio. Pero tampoco es fácil romper amarras definitivamente con el organismo que es el principal comprador de la industria.
El convenio se ha tornado “tremendamente gravoso para la industria nacional” coincidieron voceros del sector y aparece como un barco que se hunde y con un solo bote salvavidas.
Por eso, el 23 de noviembre los laboratorios pequeños y medianos agrupados en Cooperala se han convocado en una reunión especial para analizar el camino a seguir.
Y no es solo el PAMI, también disposiciones adoptadas por la ANMAT y por el INPI, que envuelven en la incertidumbre a un sector industrial que se acomodó para pelearse con el ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, pero el resto era bastante previsible.
Una previsibilidad que el jefe de Gabinte, Marcos Peña, se encargó de demoler en la reciente reunión con la conducción de CILFA, cuando la delegación empresaria comentó que se sentía “agredida” desde el gobierno.
Peña, palabras más, palabras menos, los trató de “llorones” y les recomendó que se adaptaran a los nuevos tiempos competitivos que se avecinaban, como si durante las décadas pasadas hubiesen bebido de un supuesto monopolio de mercado y de precios abusivos.