Por Claudia Paesano, Paula Sánchez, Pablo Urbani
Counselors

Recientemente leímos en un conocido matutino un artículo que afirmaba que cada vez es mayor el número de individuos que reciben asistencia psicológica, o que concretan alguna consulta de esta índole, en la ciudad de Buenos Aires. Y lo que más nos sorprendió leer fue que, entre los motivos de consulta, los trastornos de ansiedad ocupaban el primer puesto de una lista en la que las adicciones habían quedado entre los últimos. A esto se agrega el dato ya conocido de que nuestra Capital cuenta con uno de los índices más elevados de psicólogos por habitante. Aún así, no pudimos evitar preguntarnos: ¿cuánto espacio de este escenario ocupa la prevención?